Se trata de los modos de transmisión de tritrichomonosis; el Conicet detectó que existe otra forma de contagio además de la vía venérea
Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas detectaron que la enfermedad tritrichomonosis se transmite vía venérea, pero también por otra forma. Este descubrimiento – asegura el organismo- hecha por tierra la creencia de que solo era una enfermedad reproductiva.
El equipo de trabajo demostró que el parásito que la causa puede sobrevivir en el tracto gastrointestinal de los rumiantes tras ser ingerido. De esta manera, se puede contaminar el aparato reproductor de las hembras al eliminarse a través de las heces.
Esta enfermedad es infecciosa y es causada por el parásito Tritrichomonas foetus. Esta infección afecta al aparato reproductivo. En los toros es asintomático, mientras que en las vacas provoca abortos.
Esta situación genera importantes pérdidas económicas. Por este motivo, el hallazgo significa una información clave para evitar el impacto en el rodeo.
El equipo de investigación publicó el trabajo en la revista científica Microbiology Spectrum. “El trabajo se inició con una infección oral inducida a vacas para analizar si T. foetus era capaz de sobrevivir al tránsito gastrointestinal bovino y ser eliminado a través de las heces, y continuó con el muestreo de diferentes establecimientos con casos positivos reportados para examinar precisamente las heces. Hallamos el parásito en heces de animales en un establecimiento específico que había sido definido como problemático por el profesional veterinario a cargo, porque si bien cada año se eliminaban los casos positivos, esta parasitosis aparecía nuevamente al año siguiente”, describió Verónica Cóceres, investigadora del CONICET y autora del trabajo.
Además, agregó que se trata de un parásito muy plástico, adaptable y altamente resistente. “Cuando encuentra una condición apta se reproduce de manera exponencial”, manifestó.
Con este planteó, el equipo de investigación realizó un trabajo en el laboratorio donde utilizaron dos vacas. A los animales le suministraron el parásito vía oral y luego corroboraron la materia fecal.
Tritrichomonosis
Al realizar el análisis, descubrieron que las heces contenían el parásito, sino que también contagió el aparato reproductor. “Con ese resultado, volvimos al campo, tomamos muestras y encontramos lo mismo”, señaló la profesional.
Al mismo tiempo, agregó que se trata de una enfermedad que se conoce hace más de 100 años y que desde que se descubrió se pensaba que era de transmisión sexual. “Nosotros comprobamos que también podría transmitirse por vía digestiva. Es decir, que la materia fecal de la propia vaca, conteniendo los parásitos, es capaz de contaminar la vagina al ser expulsada, sin necesidad de que el macho esté ahí”, señaló.
Esta comprobación abre nuevos interrogantes porque la vaca puede autocontaminarse durante la eliminación de las heces, pero también durante la monta. “Al introducir el pene con el parásito presente en la materia fecal que ensucia la vulva de la hembra”, explica la investigadora.
Otra preocupación es que el parásito resiste al agua. “Si las heces caen en los lugares comunes donde los animales beben existe una posibilidad cierta de que la enfermedad pueda ser adquirida por esa vía”, confió el Conicet. Los investigadores seguirán trabajando para despejar nuevas dudas.
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