El buen momento que vive hoy la ganadería en materia de precios tiene varios sustentos. Entre ellos, la liquidación de stock de los últimos años, que achicó la oferta. Pero también la buena demanda internacional, ya que la compra de novillos para exportación ha significado tradicionalmente una tracción importante sobre los precios de la hacienda.
Por eso, lo que pasa con la industria frigorífica exportadora no es ajeno a los productores, que hoy ven los buenos precios pero quieren que se mantengan, para que la actividad pueda recuperar el tiempo perdido. En ese sentido, en los últimos días se produjo una interesante novedad.
Desde principios de junio, los frigoríficos que venden al exterior están operando con un nuevo sistema de cupos que les permite determinar a ellos cómo integrarlo y hacia qué destinos. Es decir, ya no se limita a los tres cortes a los que se había reducido la exportación en los últimos tiempos.
Ese avance genera certidumbre y disipa algunas dudas sobre si una nueva restricción exportadora podía impactar en la recuperación de precios de la hacienda, que tanto importa a los productores.
Los principales frigoríficos exportadores dedicaron muchos de sus esfuerzos, en los últimos meses, a desarrollar la compleja logística necesaria para abastecer a los super de los 13 cortes populares que acordaron con el Gobierno como requisito para mantener abierto el grifo exportador.
Un grupo de plantas puso en marcha, en conjunto, un centro de distribución en Pompeya, en la Capital Federal, para poder tener una fluida logística en un negocio tan complejo. Desde allí, los cortes no van solamente a los supermercados, sino también a las carnicerías, con lo cual se cierra el círculo de abastecimiento.
En el caso de los supermercados, se arma casi como parejas, que pueden ir rotando cada semana, entre frigoríficos y supermercados, para llevar adelante la operación de esos días.
Este sistema significa un paso adelante para la exportación y brinda certidumbre sobre la demanda de hacienda que requeriremos. Además, el sistema se integra bien con el de los cortes populares, como para brindar previsibilidad en el abastecimiento del mercado doméstico, indicó una fuente de los frigoríficos exportadores. Y permite cumplir la idea de vender cortes caros afuera y baratos adentro, agregó.
Hoy, con una cadena de producción de carne que vuelve a ponerse en movimiento, y con ella vastas regiones del país en las cuales la ganadería es una actividad central, vale la pena sostener el impulso de todo el negocio.
Fuente: Clarín Rural, 12 de junio.
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