La información científica en materia de probióticos -como las levaduras- aún no permite desarrollar modelos de alta capacidad predictiva, que señalen las situaciones nutricionales y de manejo en que la incorporación de las levaduras es de máximo beneficio. Sin embargo, algunos trabajos en la materia indican que su incorporación mejora la digestión ruminal de la fibra y el flujo de nutrientes en vacas lecheras, lo cual se traduciría en efectos positivos en la producción y composición química de la leche, sin modificar la materia seca de la vaca.
Con este antecedente, el INTA Rafaela -en convenio con SAF-AGRI-LFA en 2006/2007- evaluó los efectos de la incorporación de levaduras vivas en la alimentación de vacas lecheras respecto a la producción y composición de leche, las variables de la eficiencia reproductiva y los parámetros del ambiente ruminal bajo condiciones de pastoreo.
El ensayo se realizó con 47 vacas multíparas Holando argentino, en el marco de una alimentación de pastoreo de alfalfa con suplementación. Durante 44 semanas, los animales tratados recibieron dosis diarias de levaduras vivas -PROCREATIN-7 ®-. Las dosis fueron variables: 10 gramos durante los 20 días previos a la fecha probable de parto -había 9 vacas en esa condición-, y 15 gramos durante 90 días en lactancia.
Los resultados relevados en el corto plazo indicaron un incremento tanto de la producción de leche -1,1 kg por día más que el testigo-, como de la concentración de proteína láctea y el rendimiento de proteína, sin afectar la concentración grasa y la producción de grasa. En el largo plazo, también se registraron aumentos en la producción de leche -de 1,2 litros más por día- y en la concentración de proteína.
Asimismo, el trabajo señaló un efecto residual positivo en la lactancia completa, sobre todo en los dos meses posteriores a la aplicación del tratamiento, en que la producción de leche aumentó 1,55 litros diarios en las vacas tratadas.
Finalmente, y pese a haber iniciado el tratamiento en peor condición corporal que los animales testigo, las vacas que recibieron levadura presentaron menor pérdida de condición corporal posparto.
Miriam Gallardo
INTA Rafaela
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