En todo programa de nutrición es necesario considerar el balance de macro y microminerales. En los sistemas pastoriles este balance se vuelve importante monitorearlo debido a que por la dinámica de los pastos y suelos se pueden hallar déficit o excesos en las distintas estaciones del año.
Las dietas de vacas sobre pasturas suelen tener elevados niveles de potasio, el cual está asociado con vacas caídas por hipocalcemia (fiebre de la leche), responsable a su vez en el postparto de trastornos como retenciones de placenta, inconvenientes reproductivos y producciones de leche individuales que aumentan lentamente y no llegan a su máxima expresión.
La hipocalcemia, entre otras causas, sería causada por una elevación del potasio, que llevaría a un estado de alcalosos metabólica, situación en la cual los receptores óseos serían insensibles a la acción de la paratohormona, responsable ésta de liberar el calcio óseo al torrente senguíneo. En la vaquillona con preñez adelantada el exceso de potasio favorece el edema de ubre. Estas alteraciones se producen aún estando otros insumos de la ración en sus valores aceptables y el potasio elevado.
El potasio y las pasturas.
El nivel de potasio en los pastos varía con la cantidad del mismo en el campo y con los distintos tipos de suelos. Tanto gramineas como leguminosas son grandes consumidoras de potasio, y lo acumulan muy por encima de sus necesidades (Crecimiento lucrativo) para llegar a su desarrollo óptimo. En la alfalfa la mayor producción se daría cuando la planta tiene niveles de 1,7-2% de potasio.
Las gramíneas son más eficientes que las leguminosas en la captación de potasio, circunstancia que se aprecia en las pasturas consociadas ante déficits del mineral, donde la gramínea persiste más.
En alfalfa, la mayor concentración de potasio se da más en el tallo que en la hoja, y más en la parte superior que en la inferior. A su vez a medida que la planta madura desciende el tenor de potasio. Por lo antedicho una alfalfa florecida y consumida más próxima a la corona tiene menos potasio y es más apta para una vaca lechera que inicia su período seco (con su limitante por el gran aporte de calcio), en tanto que la está en período vegetativo temprano y se consume en su parte superior, lo es más para una vaca en lactancia.
Henos de alfalfa, mal confeccionados, con mucho tallo y poca hoja, y que son destinados a vacas secas, son elevados en potasio y favorecen los trastornos de fiebre de la leche.
Qué pasa entre el potasio y el magnesio.
El potasio y el magnesio compiten por la incorporación a la planta, y en la contienda el potasio generalmente gana, por eso se ve reducida la incorporación de magnesio, circunstancia ésta que se traduce en verdeos de avena asociados con hipomagnesemia y vaca caída (Mal de los avenales).
En la vaca seca es indispensable mantener los niveles de calcio en márgenes que eviten hipocalcemia y consecuentemente la vaca caida. Si bien el calcio es mantenido por un mecanismo hormonal conducido por la parathormona y la 1,25 dihidroxicolecalciferol, se ha corroborado que para que este sistema cumpla con su función de pH sanguíneo debe ser ácido. La razón por la cual el pH de la sangre en la vaca es alcalino, es por la elevada concentración de cationes (Potasio, sodio, calcio y magnesio), principalmente potasio.
Potasio y sodio son alcalinizantes fuertes y fácilmente absorbibles por la vaca, en tanto que calcio y magnesio son alcalinizantes pobremente absorbibles.
El sodio en general no está presente en los alimentos en grandes cantidades, se debe avitar en vacas secas agregar sodio por medio de bicarbonato de sodio y controlar el cloruro de sodio.
Cómo controlar el potasio.
En los alimentos, los excesos son más difíciles de manejar que los déficits. Esto es lo que ocurre con el potasio, ya que se lo suele encontrar en niveles elevados, siendo frecuente tenerlo en pasturas de alfalfa consociados con 3,6% y en verdeos de avena 4,8%.
Dado que la vaca lechera seca requiere de 0,8% de potasio en materia seca -con un máximo de 1,5%- para no sufrir trastornos, sería adecuado contar con recursos que no tengan más de 1,5-1,7% de potasio, objetivo dificil de conseguir con los valores vistos en pasturas y verdeos. El silo de maíz con valores de potasio habituales de 1,5-1,7% pasa a ser un recurso interesante para diluir el potasio de pasturas y verdeos, por lo cual sería adecuado incorporarlo en la dieta de la vaca seca.
Otra variante para controlar el potasio es utilizando sales aniónicas (Sulfato de magnesio, calcio y amonio y Cloruro de magnesio, calcio y amonio), preferentemente suministradas en mezcla con otros insumos, ya que son de baja palatabilidad, lo que suma a que la vaca en preparto adelantado puede bajar su consumo en un 30%. La dieta de una vaca en preparto avanzado requiere una diferencia catiónica-aniónica (DCA) de -100 a -200 miliequivalentes por kilogramo de materia seca. El control del nivel de sales aniónicas en la ración se puede realizar por medio de la medición, con papel indicador, del pH en orina, que debe estar entre 5,5 y 6,5 después de siete días de oferta. Si el pH desciende de 5,5 es inicio de un excesivo suministro de sales aniónicas y se está induciendo a una acidosis metabólica.
Dietas con niveles más elevados que lo normal en calcio y potasio pero con 1,4% de azufre, favorecen al pH sanguíneo en su acidificación.
Las sales aniónicas ricas en cloro favorecen más la movilización de calcio que las que tienen sulfatos, aunque los cloruros son menos palatables.
Cabe destacar que para utilizar sales aniónicas es conveniente que las vacas tengan el acceso a pasturas muy restringido, por la dinámica de los minerales en las mismas.
Actualmente se está estudiando la posibilidad de utilizar ácido clorhidríco (CIH) para acidificar las raciones de las vacas secas, el cual no afecta la palatabilidad y es de menor costo que las sales aniónicas, aunque es de manejo más difícil por su acción corrosiva.
En todo programa global de alimentación en establecimientos modernos, los análisis de los alimentos tienen que ser una práctica rutinaria y necesaria. Con todos los datos de la composición de los alimentos, desde el punto de vista nutricional, la mezcla de los mismos en un mixer pasa a ser situación ideal para evitar los inconvenientes tratados.
Med. Vet. Raúl E. Lodeiro.
Existe algún producto inyectable para prevenir hipomagnesemia, en vacas que van a un verdeo de avena?
Existe algún producto inyectable para prevenir la hipomagnesemia, en vacas que van a un verdeo de avena?
Hola Nelson, sí, el producto se llama Calcio magnesiado 40