El problema de la baja performance reproductiva de nuestras majadas se debe básicamente a diferentes causas: época de encarnerada, peso, condición corporal de las ovejas y borregas, nivel nutricional en los momentos más importantes del ciclo reproductivo y fertilidad de los carneros.
Sin desconocer otros aspectos que afectan los índices de procreos, en esta nota queremos ofrecer información actualizada, a la vez de brindar metodología y promover la revisación anual de los carneros.
Observaciones personales de estos últimos dos años y datos de un relevamiento expeditivo sobre Brucelosis realizado anteriormente por el Grupo de Sanidad Animal del INTA Balcarce, en carneros a campo de majadas generales y en cabañas, evidenciaron que un número significativo de los mismos no eran reproductivamente aptos (aprox. 24 % para majadas comerciales y 3 % para cabañas resultaron positivos a Brucella ovis).
La utilización de exceso de machos (3 a 4 %) durante el servicio en campos de la provincia de Bs. As, enmascara ese problema al competir carneros fértiles con otros no aptos para la reproducción.
Cómo evaluar la situación
La evaluación clínica reproductiva del carnero permite seleccionar e identificar reproductores potencialmente fértiles.
Este examen debe realizarse como mínimo una vez al año; el mejor momento es alrededor de 60 días antes del servicio, a efectos de detectar con suficiente tiempo afecciones recuperables, poder descartar a todos los que presenten problemas irreversibles y prever, si fuera necesario, la compra de reproductores en la exposiciones y remates ovinos que se realizan en la zona donde se debe exigir animales con certificado «libre de brucelosis».
El primer paso es recabar todos los antecedentes disponibles sobre la majada: especialmente los aspectos productivos más importantes vinculados a la reproducción, por ejemplo: cantidad de corderos nacidos; porcentaje de señalados; manejo sanitario; nutricional; origen genético de los carneros; necesidad de reponer los mismos, etc.
Luego se realiza una observación y evaluación general de los mismos, para lo cual se recomienda previamente apartarlos en la manga, separándolos por edad.
En este momento, además de evaluar caracteres productivos de valor económico, se observará presencia de lana en la cara, arrugas en el cuerpo, tamaño de los testículos (características asociadas a la fertilidad), tamaño y estado corporal, aparato locomotor, aplomos y cualquier anomalía apreciable a distancia (observar a los animales en movimiento y en estación).
Es posible encontrar problemas en las patas o en las manos y especialmente en los miembros posteriores. Se ha evidenciado que el pietín es la principal afección podal responsable de aproximadamente el 10% de los carneros no aptos (observaciones personales realizadas en campos del sudeste bonaerense).
Se debe tener en cuenta que el carnero es el principal difusor de esta enfermedad en majadas y campos libres de la misma.
Una vez finalizada esta etapa, se debe examinar individualmente los carneros; para esto es conveniente seguir una rutina de trabajo, o sea, aplicar método.
Se revisará detenidamente cada animal, esto llevará un esfuerzo mayor, dependiendo de la cantidad que se trate. Se recomienda elegir un lugar que resulte cómodo para trabajar, tanto para el personal de campo auxiliar, como para el profesional veterinario que actúe.
Si se cuenta con la ayuda de 2 ó 3 agarradores, preferentemente trabajar con los animales sentados, disponiéndolos a una distancia tal que no se molesten el uno al otro.
Se ubicarán los elementos a utilizar en lugar accesible y seguro y se iniciará la tarea con el primer carnero, examinando siempre de arriba hacia abajo.
Cómo revisar ganglios
Se revisa boca, ojos, cabeza, ganglios, testículos, epidídimo, prepucio, pene y pezuñas. Se comienza por la cabeza y se termina por las patas; luego, siguiendo el sentido de las agujas del reloj se continúa con el segundo reproductor. Así, estableciendo una metodología de trabajo se evitarán omisiones y resultará mas eficiente y organizada la tarea.
Boca: se determina la edad (descartar animales viejos con menor capacidad de servicio y fertilidad); observar coloración de mucosas y que no existan alteraciones mandibulares.
Ojos: descartar los que presenten entropión (inversión del párpado, afección de carácter hereditario, que produce lesiones de la córnea, y predispone a conjuntivitis). Observar además problemas de conjuntivitis.
Pezuñas: examinar detalladamente para descartar animales con lesiones avanzadas de pietín, abscesos, etc. (grado 5-6 o 7 de escala).
A los sanos realizar un recorte higiénico, para mejorar el apoyo y la función de la almohadilla plantar, permitiendo una correcta irrigación y amortiguación, evitando lesiones en el pie, es aconsejable, en caso de pietín, utilizar pediluvio con Sulfato de Zinc al 10%.
Pecho: en animales muy pesados es común observar úlceras en esta zona, debemos determinar el grado de las mismas y las posibilidades de recuperación. Lesiones avanzadas con infección o complicaciones, hacen muy difícil su curación y el dolor en la monta disminuye la capacidad de servicio.
Prepucio y pene: dietas ricas en proteína aumentan la producción de amoníaco y el pH de la orina se hace alcalino, favoreciendo la acción del Corynebacterium renale, generando úlceras o llagas prepuciales que se complican, provocan inflamación y dolor, e impiden la salida del pene. Esquilar la lana alrededor del prepucio previene este problema. Usando antisépticos y cicatrizantes, generalmente se logra su curación.
Cortes de esquila o malformaciones del prepucio que impiden o dificultan la salida del pene (fimosis) son motivo de eliminación. La extracción manual del pene descarta la presencia de esta patología; se debe observar el mismo y comprobar la presencia del apéndice vermiforme (prolongación de la uretra). Su ausencia no afecta la fertilidad, pero puede ser indicador de problemas anteriores de urolitiasis.
Bolsa escrotal: descartar sarna chorióptica, puede provocar inflamación con engrosamiento de la piel, elevar la temperatura y generar infertilidad.
Tratamiento: avermectinas inyectables o acaricidas aplicados localmente, evitando concentraciones altas de estos últimos que pueden provocar irritaciones importantes.
La presencia de heridas, fístula o cicatrices nos ponen alerta, pueden ser indicadores de otras afecciones y complicar la función de termo regulación que cumple el escroto (los testículos deben permanecer 4 ó 5 grados por debajo de la temperatura corporal). Es conveniente esquilar la bolsa escrotal, lo que permite una mejor higiene, facilita la palpación y regular la temperatura.
Testículos: palpar los dos, verificar conformación, simetría, buen tamaño, consistencia, elasticidad y que se desplacen bien dentro de la bolsa escrotal.
El tamaño es importante, pues cada gramo de tejido testicular produce 20 millones de espermatozoides por día. Es una característica heredable que se refleja en el aumento de las crías obtenidas. La relación entre tamaño y circunferencia escrotal es un parámetro de medición bien objetivo, y puede ser utilizado en la selección de carneritos con mayor potencial de producción espermática. Debemos tener en cuenta que esa medida estará influenciada por la edad, peso corporal, época del año y raza. El tamaño reducido (hiporquidismo) es un carácter indeseable principalmente en reproductores adultos.
La ausencia de 2 testículos (criptoquidismo bilateral) es sinónimo de esterilidad; la presencia de uno solo (criptoquidismo unilateral) no siempre afecta a la fertilidad, pero siendo hereditaria se recomienda eliminar.
Si en la palpación encontramos asimetría testicular esto indica problemas de descenso, atrofia, hipoplasia, orquitis-periorquitis. Hacer seguimiento a los animales jóvenes o exámenes complementarios para precisar el diagnóstico. Carneros con asimetrías testiculares bien manifestadas son riesgosos de utilizar y se sugiere eliminarlos, aunque clínicamente no exista un diagnóstico preciso.
Otras patologías localizadas a nivel testicular son: granuloma espermático, degeneración testicular y epididimitis.
Granuloma espermático es una reacción inflamatoria observada en la mayoría de los procesos infecciosos que afectan el epidídimo y provoca adherencias.
Granuloma no infeccioso: es una afección hereditaria y transmisible, su prevalencia mayor es en animales jóvenes (8 a 10 meses de edad).
La degeneración testicular (común en los corderos de cabaña) tiene como causas predisponentes: altas temperaturas (esterilidad de verano), procesos febriles, estabulación, dietas ricas en concentrados, sobrepeso, transporte, vellón, sarna chorióptica, miasis, etc.
Las epididimitis más comunes del carnero son las ocasionadas por Brucella ovis y aumenta su prevalencia con la edad y además de los epidídimos, puede localizarse en glándulas anexas. Los portadores se detectan mediante análisis de sangre y de semen.
Cordón testicular: pueden observar abscesos o varicocele (trastorno de la circulación venosa local), ocurre con poca frecuencia. Otra afección que se puede detectar al palpar la zona es la hernia inguinal. Reproductores con cualquiera de estas afecciones deberán descartarse, están predispuestos a sufrir alteraciones testiculares.
Conclusiones:
Finalizada la revisación, los carneros se pueden clasificar en:
1- Aptos para la reproducción
2- Temporalmente no aptos
3- Definitivamente no aptos
Los potencialmente aptos para la reproducción, en caso necesario (hpg alto) se dosificarán con un antihelmíntico adecuado y se vacunarán contra clostridiosis, aplicar vacuna polivalente (en caso de no haberse realizado junto con las ovejas y borregas gestantes, un mes antes del parto). Luego se pasarán a un potrero que reúna buenas condiciones de sombra, agua y forraje, ahí se mantendrán controlados hasta el servicio.
Los temporalmente no aptos, además de las medidas mencionadas y el tratamiento específico que se aconseje, se revisarán nuevamente para determinar su evolución.
Los no aptos se castrarán, con esta medida no sólo se impide su utilización, sino que además permite confirmar el diagnóstico clínico y encarar el problema a nivel del establecimiento.
Aquellos en que la patología es infecto contagiosa (Brucelosis) deberán ser eliminados para evitar su diseminación.
Por último, si bien algunos productores pueden revisar sus carneros y reconocer algunas de los problemas mencionados, el asesoramiento profesional y seguimiento de los reproductores por un médico veterinario, es clave para llegar a un buen diagnóstico y eliminar las causas de los bajos índices de procreos.
Méd. Vet. Jorge Manazza
INTA Balcarce
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