El norte grande argentino tiene el 37% del stock ganadero nacional, lo cual lo posiciona en un lugar relevante en la reconfiguración de sistemas productivos gracias a sus ambientes, cultura e historia, dijo el ingeniero Daniel Ligier, del INTA.
Y, además, corrigió una creencia equivocada arraigada en el imaginario colectivo: El desmonte de las tierras del Norte no fue destinado en su mayoría a la producción de soja, porque el 60% de las 2,5 millones de hectáreas desmontadas desde Santiago del Estero hasta Salta y Chaco entre 2001 y 2008 fueron en ecosistemas con restricciones hídricas que llegan a 300 milímetros, de modo que allí sólo se podía hacer ganadería en base a pasturas subtropicales, aseveró.
Según estudios del INTA, desde 1992 a 2010 en el norte de Santa Fe, Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Tucumán, se pasó de 5,5 millones de hectáreas a 11,5 millones de hectáreas con agricultura, pasturas o forestación. Sin embargo, según indicó el especialista, actualmente hay unas 20 millones de hectáreas de bosques nativos, de los cuales el 60% fueron categorizados como amarillos a partir de la ley; esto quiere decir que no se pueden talar ni hacer agricultura, pero sí hacer un uso racional a partir de una ganadería silvopastoril.
Fuente: Clarín, Suplemento Rural, 2 de julio.
Comments are closed.