La demanda interna está firme y la situación internacional es soñada, pero lamentablemente no se está pudiendo aprovechar al máximo esta oportunidad por los problemas de los últimos años. Claramente, tras la pérdida de 10 millones de cabezas, hoy falta oferta, explica, y agrega: hay un buen precio, más o menos al mismo nivel que en Uruguay y Brasil, pero la exportación está trabada, lo cual es un gran error. Por ejemplo, si se liberara la exportación para los cuartos traseros del animal se podría tener un mejor precio en el mercado interno.
Desde el punto de vista productivo, según Canosa, el año viene bien. Hay buenos pronósticos de clima, ya hubo lluvias que dan un impulso al rebrote de pasturas y se esperan altos porcentajes de preñez, dice.
Pero no hay que olvidar que en la ganadería los tiempos son más largos que en otras actividades, y revertir la fotografía actual va a llevar varios años. La oferta para los próximos tres años ya está comprometida. Según cifras oficiales hay 19 mil productores menos, y la recuperación del stock no llevará menos de cinco años, concluye el consultor.
La actividad tendrá en los próximos días un ámbito de encuentro en Río Negro. Del 13 al 15 de octubre, en el auditorio del Centro Cultural de la ciudad de Viedma, se realizará el 33º Congreso Argentino de Producción Animal, organizado por la AAPA. Canosa comenta que este año se presentaron cerca de 500 trabajos de muy buen nivel y variadas temáticas, muchos de ellos del extranjero.
El Dr. Mark Svoboda del National Drought Mitigation Center de la Universidad de Nebraska, y el Dr. Michael Galyean (Texas Tech University) de Estados Unidos serán los principales expositores del primer día del congreso.
El jueves 14, los participantes podrán escuchar al Dr. Roberto Distel, del Departamento de Agronomía de UNS Cerzos-Conicet, explicar los procesos de degradación y recuperación en pastizales naturales de zonas áridas y semiáridas. Mientras que el viernes 15, el Dr. Horst J. Schwartz, de la Universidad Humboldt de Berlín, Alemania, expondrá sobre la huella de agua de la producción de carne.
Fuente: Clarín, Suplemento Rural, 9 de octubre.
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