Además, por su rusticidad, resistencia al calor y a los insectos, se convierte en una interesante oportunidad para la ganadería del norte del país, en donde las condiciones climáticas, geográficas y de vegetación son rigurosas.
Originario de Senegal, este vacuno pasó a desarrollarse en las islas Vírgenes, en el Caribe central, allá por 1800. En 1918 se le incorporó sangre del Red Poll (vacuno rojo mocho, aún vigente en Inglaterra), resultando la nueva raza Senepol hacia 1948. En 1977 llegaron los primeros reproductores a los Estados Unidos.
Y así los primeros Senepol llegaron a la Argentina en 2001. «Un año después el establecimiento La Elisa SA -de La Paz, Entre Ríos- inseminó vientres Angus puros de pedigree con pajuelas del toro Senepol Pilcomayo , logrando reproductores Angus/Senepol que utiliza en su rodeo de vacas Angus», explicó a LA NACION Isidoro Golinsky, presidente de la empresa.
Golinsky es ingeniero químico y nació hace 84 años en Las Palmeras, cerca de Rafaela, Santa Fe. Junto con otros colegas se habían iniciado en la industria de artículos de látex en la década del 50, hasta que en 1970 decidió invertir en ganadería.
«La idea era tener una fábrica de terneros y allí empezamos con una modesta cabaña de Angus. Y en 2002 incorporamos el Senepol, porque entendimos que teníamos que aumentar el tamaño de las vacas y de los terneros», agregó Golinsky.
Distribución
La empresa está conformada por tres campos: L´Adina, de 2100 hectáreas, donde se hace la cruza Angus/Senepol. Los toros de esas cruzas pasan a La Elisa (1400 hectáreas) para entorar con vacas o vaquillonas Angus 100%, y las vaquillonas cruzas son llevadas a La María Sol (5000 hectáreas) para ser entoradas por toros Angus puros. «En estos dos últimos establecimientos se logran terneros cuarta sangre Senepol», agregó Golinsky.
«Estos son campos de montes bajos, pero se mejoraron. Se hicieron potreros y distribución de aguadas, lo que ha hecho que la ganadería en general sea mucho más eficiente, con una carga de entre 0,6 y 1 cabeza por hectárea», dijo por su parte, el asesor veterinario Eduardo Siboldi. Al margen del ganado Angus puro que hay en el establecimiento, los rodeos con sangre Senepol se distribuyen así: 300 toros cruza de 1 a 3 años; 300 vaquillonas cruza y 200 (más una cantidad no determinada vendida) terneros cuarta sangre.
Respecto de la alimentación, Golinsky señaló que experimentaron con buenos resultados con el dicantio, con la colaboración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) El Colorado, de Formosa. Es un forraje de verano perenne de origen hindú para climas subtropicales, con una disponibilidad de hasta 3500 kilogramos de materia seca por hectárea, un nivel muy bueno para esa región.
Los novillos se engordan a campo hasta los 240 o 250 kilos. Luego van a confinamiento total con dieta sólida y en 70 días salen con 320 kilos, con un rendimiento en gancho del 60 por ciento, dos puntos más que otras razas, explicó Siboldi.
En otro orden el veterinario destacó la resistencia de esta cruza. «Originariamente la raza fue criada para aguantar condiciones desfavorables. Tiene pelo corto, piel suelta que lo ayuda a eliminar el calor, y prepucio corto que evita lastimaduras por la vegetación», agregó. «Es por eso que el objetivo de la empresa es promover esta cruza media sangre para llevarla a producir más hacia el norte del país», sostuvo Siboldi.
En definitiva, el profesional dijo que esta cruza es un animal dócil, de menor estatura y con buen comportamiento reproductivo por su precocidad. «La vida útil tanto de la hembra como del macho es del 30 a 40 por ciento mayor que otras razas de carne. Existen datos de toros Senepol puro con servicio hasta entre 12 y 15 años», concluyó Siboldi.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 21 de agosto.
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