Justamente, un reciente seminario organizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) en Neuquén, sirvió para evaluar futuro y presente del negocio en la región.
Uno de los que mejor conoce la zona es el especialista del INTA Valle Inferior, Daniel Miñon, quien destacó la necesidad de recomponer el stock en el Norte de la Patagonia, que se redujo fuerte en los últimos tiempos, como en el resto del país.
Propuso establecer una carga animal base que considere las lluvias promedio, menos un 20% como coeficiente de seguridad. El promedio de precipitaciones de la zona es de 350 mm anuales, pero en 2008 y 2009 se registraron los niveles más bajos de la historia, sensiblemente inferiores.
“De los últimos 9 años, en 7 tuvimos sobrecarga animal, originada por las precipitaciones extraordinarias registradas en 2001 y 2004. Para no sufrir cambios tan drásticos como los recientes -con una caída del rodeo cercana al 55%- deberíamos evitar que los campos se sobrecarguen en épocas lluviosas y no se descarguen luego”, explicó Miñon.
Si bien el técnico del INTA sostuvo que el escenario climático condiciona futuras decisiones, aseguró que la recomposición será posible mediante la retención de las hembras que vaya de la mano con una mayor eficiencia. “Del esfuerzo que se realice en estas acciones dependerá el tiempo que se tarde en alcanzar la carga base. Si llegamos a niveles de destete cercanos al 60% y reteniendo un 70% de las terneras, podríamos recomponer la situación de Carmen de Patagones (sur de Buenos Aires) para el año 2013; lo mismo ocurriría con la ganadería rionegrina, para 2015”, dijo.
El presidente del IPCVA, Dardo Chiesa, remarcó la necesidad de seguir incorporando tecnología en los campos. En este sentido, puso como ejemplo que el mismo productor que se dedica tanto a la agricultura como a la ganadería, vuelca las innovaciones tecnológicas en la primera de las actividades, relegando a la segunda. “Evidentemente existe un problema de difusión; las herramientas están disponibles”, dijo Chiesa.
En sintonía con este análisis, Daniel Bolla, del INTA Río Colorado, destacó la necesidad de aplicar tecnologías sencillas, como estacionar el servicio en no más de tres meses (octubre, noviembre y diciembre). E instó a los productores a avanzar en la inseminación artificial, “sin la necesidad de grandes cambios en infraestructura”, señaló.
La región patagónica reúne al 2% de la ganadería nacional y su productividad/cabeza reflejada en la relación ternero/vaca ronda el 0.6 y es inferior a la media del país.
Fuente: Clarín, Suplemento Rural, 27 de marzo.
Comments are closed.