El comercio mundial de carnes retomaría en 2017 los volúmenes previos a la crisis de 2014, con precios firmes, si no se ve afectado por nuevos proteccionismos.
Lo más destacado es que esta mejora se pudo lograr a pesar de la fuerte retracción de las exportaciones australianas y la debilidad de la oferta de Brasil. Así las cosas, la recuperación quedó en manos de EE.UU., la India y Uruguay.
Ampliando la mirada, si se toma todo el último año y se lo compara con el previo, se ve que mientras Australia redujo sus ventas 20%, Brasil y la India las mantuvieron y Paraguay, EE.UU. y Uruguay las incrementaron entre 2 y 11%.
De esta forma, 2016 cerró con una baja de sólo 4% en relación a 2015, aunque con tendencia creciente. Más aún, los volúmenes embarcados en el último semestre fueron alcanzando el promedio de los últimos dos años. En tanto, los precios también se recobraron- a pesar de la baja de los de EE.UU.- pero aún muestran un cierto rezago con respecto al promedio del trienio.
Cabe aclarar que los países que se miden para hacer este análisis son la India, Brasil, Australia, Estados Unidos, Paraguay y Uruguay. Para completar el cuadro con los ocho líderes están faltando los datos de Canadá y Nueva Zelandia, que exportan algo más que Paraguay y Uruguay, pero cuyas estadísticas no están disponibles con tanta inmediatez.
A 2017
De este análisis global, se desprenden dos conclusiones importantes. El mercado mundial de carnes tiene posibilidades de retomar niveles de comercio y precios que no se veían desde antes de la crisis financiera y de materias primas de 2014, siempre y cuando fenómenos como el reciente proteccionismo de Estados Unidos y el Brexit no generen disrupciones importantes en los flujos internacionales.
Un factor que jugará a favor para muchos países exportadores es el “agujero” que deja Australia, con la fuerte retracción de su oferta, algo que puede ser aprovechado por sus competidores.
En efecto, a raíz de una sequía muy prologada, el país oceánico comenzó un raid de exportaciones crecientes a finales de 2012, que pasaron de 950 mil toneladas peso embarque por año a 1,35 millones a mediados de 2015; pero, luego volvieron apenas por encima de su nivel inicial. Es decir, que “desaparecieron” de la oferta mundial unas 500/600 mil toneladas equivalente carcasa (tec) anuales, lo que contribuyó a mostrar cifras de comercio más bajas, pero esto no fue acompañado por una menor voluntad de los importadores en comprar carne.
Mirando a China
En cuanto al provecho que pueden obtener los principales exportadores de la contracción de la oferta australiana, hay que tener en cuenta que sus ventas están muy concentradas en cuatro mercados: Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y China, que en conjunto representan el 80% del total.
El único mercado en el que la mayoría de los países del Mercosur compite abiertamente con Australia es en el chino. En Corea sólo lo hace Uruguay y en EE.UU. son éste y Brasil desde hace pocos meses. La Argentina podría sumarse en cierto plazo.
También hay que considerar que la reducción australiana no ha sido pareja en todos sus mercados. Mientras que hacia EE.UU. y China la caída ha sido del orden del 40%, en Japón sólo redujo 7% y en Corea aumentó 8%.
En definitiva, para el Mercosur el gran objetivo a analizar es China, al que lamentablemente aún no ingresa Paraguay, pero tampoco accede la carne de Estados Unidos ni de la India, a pesar de recientes promesas chinas hacia ambos países.
De todas formas, China ya es “el gran mercado” para Brasil, Uruguay y la Argentina, representando el 32% (incluyendo los fuertes embarques a Hong Kong), el 43% y el 36%, respectivamente. Como dato contundente, Australia le vendió a China 75 mil tec menos en 2016 que un año atrás y cubrir ese faltante puede ser un objetivo interesante.
Fuente: revistachacra.com.ar
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