Para una plaza que venía suscribiendo una tónica de invariable firmeza, prácticamente sin exclusiones que deban citarse, resultaron escasas las 16.135 cabezas encerradas hasta el miércoles, cuya comercialización tuvo trámite muy ágil a precios que acentuaron la tendencia alcista de las ruedas precedentes.
La mayor competencia radicó en las haciendas del tipo consumo liviano, y en éstas, sobre las provenientes de establecimientos donde se hace engorde a corral, por las que se obtuvieron precios realmente destacados que -en el diálogo de pasarelas- algún memorioso estimó similares e incluso superiores a los que se alcanzaban en octubre pasado.
Cabe apuntar que no todo lo que egresa de un feedlot es especial, si bien en general la terminación es satisfactoria y adecuada para la entrega de las medias reses destinadas a góndolas y otros puntos minoristas. Sin embargo, la observación diaria de las subastas no ofrece duda alguna de que los lotes de 300/310 kilos, nada abundantes por cierto, son los que suscitan la mayor puja de los matarifes y frigoríficos consumeros.
Los valores corrientes, ilustrativos acerca del clima propicio imperante, fueron los que siguen: $ 8,40/9,20 por novillitos de 350/390 kilos y $ 8,10/8,95 con 391/430 kg. Se pagó $ 9,26 con 363 kg y $ 9,08 con 412 kg. Las vaquillonas, mercadería particularmente escasa, se cotizaron en $ 7,80/8,60 las medianas de 351/390 kg y en $ 7,30/8 las pesadas de 391/430 kg.
Las remisiones de 300/350 kilos pudieron negociarse en $ 8,70/9,30 tratándose de conjuntos especiales a buenos y en $ 8/8,50 las de menor rendimiento estimado. Al máximo aislado de $ 9,94 asignado a un lote con 307 kg le siguieron $ 9,57, con 340 kg, y $ 9,52, con 317 kg.
Como muy positiva se consideró la aceptación que están teniendo en carnicerías de determinadas zonas las reses de novillitos y novillos overos negros producidos en confinamiento. Parecen corroborar este dato los valores obtenidos esta semana, a saber: $ 8,54 con 321 kilos; $ 8,40 con 360 y con 420 kg, y $ 8,10 por novillos “hechos”, con 467 kilos.
Hacia arriba
Con 1861 cabezas que pesaron en promedio 487,31 kilos, los novillos constituyeron el 11,57% del total vendido. Tuvieron demanda firme del abasto, incluidos algunos supermercados, que pagaron hasta $ 8,70 con 437 y con 456 kg y $ 8,30 con 474 kg (novillos negros de feedlot), oscilando los promedios corrientes del siguiente modo: $ 8,20/8,60 con 431/460 kg; $ 8/8,50 con 461/490 kg; $ 7,80/8,30 con 491/520 kg, y $ 7,70/8,20 con más de 520 kg.
El Indice Liniers fue de $ 7,988 y el promedio general, de $ 8,028, marcó una suba del 2,95% respecto del anterior, de $ 7,798.
En operaciones directas se tenían como válidos $ 15,20 por kilo de carne de novillo para exportación, con certificado, valor que habríase homologado para animales de hasta 430/440 kilos en pie destinados al consumo local.
Todas las clasificaciones de vacas, con un total de 3676 animales equivalentes al 22,86% del total, se vendieron fácil y ventajosamente por la amplia y sostenida demanda de los frigoríficos y firmas que faenan para cortes. Se obtuvo $ 5,90/6,90 por las de mejor conformación y $ 5,20/5,90 por las calificadas regulares. En el tipo conserva, $ 4,80/5,20 por la buena encarnada y $ 4,30/4,80 por la inferior.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 19 de febrero.
Comments are closed.