Hasta ayer, sus tradicionales mercados permanecían abiertos.
CHICAGO.- Los principales mercados de exportación de carne vacuna de los Estados Unidos seguían abiertos ayer tras detectarse un caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o “mal de la vaca loca” en ese país, y luego de garantizarse oficialmente que una rigurosa vigilancia ha protegido la cadena alimentaria.
Las autoridades estadounidenses reportaron el martes el primer caso de esta enfermedad en seis años en el país y rápidamente aseguraron a consumidores e importadores mundiales que la carne del animal contagiado de la raza Holstein (lechera) en California no entró en la cadena alimentaria.
Muestras del animal infectado fueron enviadas a un laboratorio en Ames, Iowa, donde dieron positivo a una rara variación de la enfermedad. Los resultados están siendo evaluados juntamente con laboratorios en Gran Bretaña y Canadá.
Cabe recordar que tres casos anteriores del mal fueron confirmados en ese país entre 2003 y 2006. El primero provocó un derrumbe de 3000 millones de dólares en las exportaciones de carne del año siguiente. Se necesitó hasta 2011 para que las exportaciones se recuperaran plenamente.
Los Estados Unidos tienen algo más de 90 millones de cabezas de ganado, que representan una actividad importante en los estados de Texas, Nebraska, Kansas y California.
Según la Federación de Exportadores de Carne, los envíos de ese país suman más de 353 millones de dólares mensuales, con México, Canadá, Corea del Sur y Japón entre sus principales mercados.
Los mercados
Cabe señalar que México informó que mantendría el mismo régimen de inspecciones.
El caso tampoco afectará las negociaciones sobre la posible adhesión de Japón al tratado de libre comercio de Asia-Pacífico. Pero justamente las restricciones que aplica desde 2005 Japón al ingreso de carne norteamericana (que reemplazó una veda total aplicada en 2003 tras el primer caso de “vaca loca” en Estados Unidos) es uno de los puntos de estancamiento del acuerdo.
En 2011 Japón importó 120.000 toneladas de carne bovina estadounidense, el segundo origen en importancia después de Australia en un mercado de 517.000 toneladas, por 2590 millones de dólares.
En tanto, la Agencia de Inspección Alimentaria de Canadá informó que el caso no afectará el comercio entre ese país y los Estados Unidos.
A su vez, el organismo de vigilancia de la salud de Rusia informó que podría considerar restricciones a las importaciones de los Estados Unidos, pero estaba esperando más información sobre el brote.
Por su parte, dos grandes cadenas de supermercados de Corea del Sur suspendieron ayer la venta de carne bovina importada de los Estados Unidos hasta nuevo aviso, en respuesta a la inquietud de los consumidores.
“Si es necesario, podemos endurecer la cuarentena y las inspecciones o prohibir las importaciones”, dijo un funcionario del gobierno.
También Vietnam dijo que no había cambiado su política en materia de carne vacuna de los Estados Unidos en respuesta a los sucesos recientes.
Fuente: La Nación, 26 de abril.
Comments are closed.