Esta práctica consiste básicamente en una planificación a partir de los datos recogidos una vez realizados los tactos de preñez y los destetes de marzo-abril. Las herramientas con las que trabajamos son: selección de las vaquillonas de reposición (15 meses, 22 meses ó 24 meses), selección de toros (fertilidad, biotipo, frame, sanidad), manejo de la hacienda por edad, por estado gestacional o época de parición y por estados corporales.
La implementación de técnicas como son los distintos tipos de destete (hiperprecoz, precoz y temporarios), la utilización de inductores de celo (dispositivos intravaginales) tanto para inseminación como para servicio natural con el objetivo de adelantar colas de parición o simplemente para inducir celos en vacas con estados corporales regulares, tactos seriados (análisis de pérdidas durante la gestación), y tactos de anestro durante el servicio para monitorear la ciclicidad de las vacas.
Estas técnicas de bajo costo, junto a las indispensables recorridas durante la parición y el servicio, son de alto impacto en los resultados reproductivos. Se logra de esta manera, no sólo aumentar la cantidad de vacas preñadas sino también mejorar la calidad de preñez (aumentar la “cabeza”) al tiempo que se aumentan los kilos destetados totales.
Horacio E. Mihura.
Médico veterinario.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 3 de octubre.
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