Tras un par de campañas marcadas por bajos precios y una fuerte liquidación del stock, las estadísticas de la ganadería parecen reflejar hoy un comienzo de recuperación, con sus consecuencias sobre el precio de la hacienda en pie, los volúmenes de faena y, finalmente, los precios al consumidor. Así lo muestra el último informe de hacienda de AACREA brinda un panorama de las tendencias actuales del sector en la Argentina.
La situación más favorable se observa en el primer eslabón de la cadena, los criadores. La alta demanda de animales por parte de los invernadores que buscan materia prima para el engorde y la retención de hembras por parte de los criadores hacen que el precio de las diferentes categorías de cría estén en altos niveles, para que la fábrica de terneros goce de buena salud.
La diferencia entre el precio de los machos y el de las hembras continúa achicándose, y el pagado por terneros mestizos y holando también se está equiparando, lo que genera una relación de compra/venta que favorece a los terneros holando, cita como ejemplo el informe.
Este fenómeno genera una ecuación un poco más ajustada para el siguiente eslabón, los engordadores, que deben repensar sus estrategias frente a una relación de compra/venta más alta que lo habitual. El informe destaca que se ubica hoy un 13% por arriba del promedio de los últimos 3 años.
Macarena Correa, coordinadora del informe, explica que en este momento la relación de precio desfavorable entre el kilo del ternero que compran los invernadores y el kilo del novillo que venden, sumado a un costo de engorde que se mantiene estable, hace que los engordadores, desde mediados de 2010, tengan una estrategia de retener durante más tiempo a los animales para agregarles más kilos. De esa manera diluyen el saldo negativo que daja la compra/venta de los animales.
Luego, aclara que para esta época de zafra, en la que se espera un aumento en la oferta de hacienda, la brecha de precios debería achicarse levemente, pero seguirá siendo amplia.
Todo este escenario afecta sensiblemente a la industria frigorífica, que observa una fuerte merma en su actividad por falta de animales.
La faena acumulada durante los primeros dos meses del año fue 21% menor a la del mismo período del año 2010 y 29% menor respecto del promedio mensual de los últimos 5 años. En el mes de febrero, con un total de 801.600 mil cabezas faenadas, la industria frigorífica registró la segunda menor actividad mensual de los últimos 10 años, tras la obtenida en marzo de 2008, describe el informe de la entidad técnica.
Y agrega que el peso medio de faena de los dos primeros meses del 2011 aumentó un 9% con respecto al mismo período de 2010. Además, la faena de hembras representó solo el 39% del total, lo que refleja el proceso de retención de vientres.
Según las simulaciones que realizamos, los volumenes de faena seguirán bajando hasta el año que viene, porque se seguirá reteniendo vientres. Hasta por lo menos el 2015 es imposible que se vuelva a los niveles más altos que hubo en 2008. Esta situación de la ganadería se va a mantener durante bastante tiempo, porque no es algo que se pueda modificar desde la oferta, sino desde el consumo, concluyó Correa.
Fuente: Clarín, Suplemento Rural, 7 de mayo.
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