El Noroeste ya no es el futuro de la ganadería argentina, sino su presente virtuoso, que debe ser empujado por un nuevo paquete tecnológico ya disponible. Esa es la primera conclusión del seminario que realizó el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) en Santiago del Estero, en el que participaron más de 400 productores y disertaron economistas, investigadores, técnicos del INTA, industriales y representantes de las asociaciones de criadores.
Según Oscar Melo, de la Universidad Católica de Córdoba, el destino del NOA es producir animales pesados, pero en el camino de crecimiento que ha emprendido en los últimos años se debe lograr un uso eficiente de los tres recursos disponibles: la superficie, los animales y el tiempo, para poder aumentar la producción con mejoras en la cría, la recría y la terminación de los animales.
“En esta región hay que pensar en la producción por animal y no sólo hablar por hectárea, para llegar a una mejor oferta en un corto plazo”, sostuvo. Melo recomendó, además, tener un rodeo -nacido y criado en el lugar- lo más estacional posible, y estimó que los servicios en el Norte nunca deben ser superiores a los 90 días, luego del destete del ternero.
De ese modo, opinó, se suman al porcentaje de preñez una buena selección de las vacas que perdieron la cría. En cuanto al manejo del pasto, se recomendó el uso de pasturas consociadas con gramíneas para lograr una mayor estabilidad y no perder plantas.
Novillo gordo, la meta
El destino del Norte, según varios disertantes, es producir animales pesados, tanto machos como hembras, y volver a la recría para lograr un novillo gordo joven con apenas más de dos años. Para eso, es necesario implementar una suplementación con alimentos que provean la proteína que no tienen los pastos pobres del NOA.
“Es un gran desafío, porque un productor que utiliza tecnología e información se queda en la ganadería, y el que no utiliza la tecnología se pasa a la soja”, sostuvo el presidente del Ipcva, Dardo Chiesa.
Juan Baqué, director ejecutivo de la Asociación Braford Argentina, una de las razas más difundidas en la zona, destacó que hay material genético para lograr producción de pasturas adaptables a la región. La asociación demostró, a través de estudios de campo en Salta y otras provincias, que se puede lograr un desarrollo completo del ciclo ganadero: cría, engorde y terminación con calidad.
Por su parte, Carlos Kunst, del EEA INTA de Santiago del Estero recordó que Santiago del Estero es la provincia con mayor stock del NOA, con el 56%, y que se mejoró sustantivamente el sistema con el advenimiento de especies de pasturas subtropicales y con la disponibilidad de insumos y tecnología.
Consideró necesario, para acompañar este proceso de crecimiento, incrementar la oferta de forraje, agua, infraestructura (potreros), uso de suplementación y silaje.
El NOA también enfrenta, según lo expuesto, otros “desafíos”, como el acceso a los mercados, la comercialización y competencia con la agricultura, además de lograr una carne de la misma calidad y terneza que la tradicional carne de la pampa. “Hay que romper los paradigmas en la región porque se afronta un sistema de producción totalmente distinto, con todo otro paquete tecnológico”, concluyó Baqué.
“En los últimos años se produjo corrimiento de la ganadería hacia el norte del país y, en especial, hacia Santiago del Estero, que está ubicado en un lugar correcto para el desarrollo del sector”, sostuvo Jorge Torelli, gerente del Frigorífico Matievich, miembro de la Cámara Unica y consejero del Ipcva. “Independientemente de las cuestiones coyunturales, porque las exportaciones están limitadas, el NOA, la Argentina y el Mercosur en general tienen un futuro muy promisorio en la producción y exportación de carne.”
“El desafío que tenemos es muy grande; todos nos sentimos un poco víctimas, pero no tenemos que asustarnos, sino enfrentar los problemas: la suerte está echada; debemos ocupar un lugar en el país y en el mundo como cadena integrada de ganados y carnes”, concluyó.
Después de la niebla, el sol
“Estamos en la niebla y tenemos la sensación de que después no va a haber nada, pero la salida de la niebla se produce de repente. Y después de la niebla se ve el sol. Y vamos a salir de la niebla en un año y medio. El novillo de dentro de tres años lo vamos a vender fuera de la niebla y eso es muy bueno para la ganadería”, dijo el economista Javier González Fraga, ex presidente del Banco Central y productor agropecuario, que tuvo a cargo la mirada económica del encuentro.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 10 de abril.
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