Del estudio de ese organismo oficial, surge una caída del stock cercana al 10 por ciento, en virtud del proceso de liquidación decidido por el productor ante la sequía y ante la reiterada y fuerte intervención del Gobierno en el mercado ganadero, situación que se reflejó en la mayor faena de los últimos 30 años: 16,3 millones de vacunos.
Según el Senasa, en el segundo semestre de 2009 se aplicaron 51.922.968 dosis de vacuna, frente a las 57.736.145 de 2008, merma que se eleva aún más si se coteja la cifra actual con la de 2006, cuando se prohibieron las exportaciones, con los 59,7 millones de dosis inoculadas.
Por ello, no debe sorprender la reiterada limitación de la oferta en el Mercado de Liniers que, acentuada esta semana por el feriado del miércoles, alcanzó a sólo 12.058 animales, incluidos 1298 ingresados anteayer.
La plaza mostró así una posición netamente tomadora para las diferentes categorías y clasificaciones aptas por calidad y preparación para ser destinadas al abasto interno.
Las del tipo consumo liviano, que con 7905 cabezas representaron el 65,83 por ciento de la entrada, fueron disputadas con tónica firme y sus precios repitieron los buenos promedios del ciclo anterior, en modo particular cuando se encerraron conjuntos de engorde intensivo (feedlot), y en éstos, los novillitos en sus diversos pesos.
Cabe apuntar que a pesar de la acotada reposición que estarían concretando los establecimientos donde se hace engorde intensivo por el alto valor de la invernada y por el atraso en el pago de subsidios que efectúa la Oncca (se estima que casi el 50% de las carpetas aprobadas hasta septiembre de 2009 está en espera para su cancelación), las haciendas de feedlot llegan a Liniers en cantidad interesante, en algunos casos con varias jaulas de un mismo remitente.
Los valores corrientes oscilaron del siguiente modo: $ 5,90/7,05 por novillitos livianos de 300/350 kilos; $ 5,85/6,80 con 351/390 kg, y $ 5,80/6,80 con 391/430 kg.
Por vaquillonas la demanda ofreció $ 5,55/6,90 por las de 300/340 kg; $ 5,40/6,50 con 341/380 kg, y $ 5/5,80 por las pesadas, con 381/420 kg. Se pagó por los terneros especiales $ 6,80/7,20 y por regulares entre $ 5,80 y 6,60.
Pocos novillos
Resultó muy escasa la oferta de novillos, pues los 417 animales comercializados representaron el 3,47 por ciento de la entrada, mientras que su peso promedio fue de 487,17 kilos. En el diálogo de pasarelas, un veterano operador de compra que faena con destino al consumo interno, recordó a LA NACION -casi con un dejo de nostalgia- que al promediar la “hoy tan criticada década de los 90”, la categoría más representativa de la especie constituía el 25 por ciento de los ingresos.
El Indice Novillo Liniers fue de $ 5,515 y el indicador sugerido para arrendamientos resultó de $ 5,881, en tanto que el precio promedio general quedó en $ 5,631, con una diferencia a favor del 2,65% respecto del anterior, de $ 5,425. Los promedios oscilaron así; $ 5,80/6,60 con 431/460 kg; $ 5,70/6,50 con 461/490 kg, y $ 5,60/6,40 con 491/520 kg.
Con demanda sólo discreta de la exportación, los novillos para esos contratos se vendían anteayer a $ 10/10,50 por kilo de carne, en tanto que el novillito/novillo tipo supermercado se negociaba entre 10,50 y 11 pesos.
No reflejaron variantes significativas las transacciones con los diversos tipos de vacas, que con 3373 animales constituyeron 28,09 por ciento del total comercializado. Las de buena conformación, nuevas, bien levantadas, se cotizaron de $ 4 a 5 por kilo y las regulares entre $ 3,20 y 4. Las vacas de conserva bien encarnadas se colocaron a $ 2,80/3,10, mientras que por las inferiores los interesados ofrecieron $ 2,55/2,80.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 27 de marzo.
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