Según el INTA Manfredi es una buena alternativa de calidad.
Una iniciativa del INTA Manfredi, en Córdoba, alienta el uso del heno embolsado de alfalfa para tenerlo como forraje calidad y de fácil suministro.
“Buscamos alternativas de conservación que faciliten la formulación de las raciones y que a su vez no pierdan calidad”, señaló Federico Sánchez, técnico del Proyecto Eficiencia de Cosecha, Postcosecha y Agregado de Valor en Origen (Precop), del INTA Manfredi. En los últimos años, los productores argentinos incrementaron el uso de la tecnología para mejorar la cantidad y calidad de forrajes conservados, especialmente en los procesos de silajes, aunque se debe seguir trabajando para hacer más eficiente la producción de heno, explica el INTA Informa.
Según la publicación, la henificación es un método de conservación de forraje seco, siempre por debajo del 20% de humedad y estabilizado al 15%. “El heno embolsado es una alternativa diferente a los rollos o megafardos, que consiste en lograr una conservación del heno de alfalfa utilizando básicamente las mismas máquinas que se usan para la confección de silajes, donde el material cortado e hilerado, es recolectado por la picadora y luego embolsado”, explicó Sánchez.
Esta nueva forma de presentación del heno, permite una gran ventaja en cuanto a la facilidad para la formulación de raciones: el productor puede disponer de un componente que brinda fibra efectiva para la ración -de alfalfa o gramíneas- igual que del resto de los ingredientes para la formulación de las dietas -silo bolsa de maíz o sorgo picado fino de planta entera, granos húmedos y soja.
José Peiretti, técnico del INTA Manfredi, explicó que la bolsa protege el forraje de las condiciones climáticas externas como la lluvia y la humedad ambiente. “De esta manera, se consigue una buena preservación del producto y, en el mediano plazo, reducir pérdidas de calidad y cantidad durante el almacenamiento”, señala.
En el momento de armar la ración, “es frecuente observar que se busca el rollo almacenado en estibas, mal protegido, por lo general alejados de los patios de comidas y de las bolsas de silaje”, expresó Peiretti quien además agregó: “Esta forma de conservación en bolsas, similares a las de silaje, permite racionar con gran agilidad y facilidad la cantidad adecuada de este ingrediente según lo indique la dieta”.
Para los especialistas, otro de los aspectos por destacar es que “se puede dar otro uso al equipo de silaje”. Se necesitan básicamente las mismas máquinas -embutidora y bolsa de nylon plegada- que se utilizan para confeccionar silajes debido a que pican y embolsan el material con precisión. Los técnicos del INTA señalan que el heno embolsado es una metodología que realizan principalmente prestadores de servicios, algo que lo diferencia del rollo que en la mayoría de los casos es elaborado por el propio productor.
La evaluación y monitoreo del heno embolsado determinaron que los porcentajes de proteína y fibra se mantienen estables en el lapso de tres meses y no se registró presencia de agentes peligrosos como Aflatoxinas y Zearalenona.
Análisis
Estos temas serán analizados entre el 28 y el 30 de abril, en el INTA Manfredi, en la 3» Jornada Nacional de Forrajes Conservados, un encuentro gratuito con un nutrido programa que incluye especialistas destacados del país y del exterior. La jornada, además, contará con el primer curso de capacitación sobre confección y utilización de forrajes Conservados.
Durante la jornada, las empresas de máquinas forrajeras tendrán un espacio para mostrar sus novedades: alrededor de 50 empresas que mostrarán sus productos en dinámicas a campo y de manera estática en stands internos y externos.
Informes:
Area Producción Animal, teléfono (03572) 493053 / 058
www.cosechaypostcosecha.org
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 24 de marzo.
Comments are closed.