El INTA evalúo la eficiencia productiva.
La sequía de comienzos de año afectó la eficiencia productiva de los rodeos de cría en la Cuenca del Salado, según un relevamiento realizado por técnicos del INTA en la región.
“Durante la primera quincena de septiembre, los principales parámetros evaluados fueron porcentaje de preñez, estado corporal, mortalidad de vientres y parición, determinándose que el porcentaje de preñez del tacto 2012 fue 85,2%, valor inferior en 5 puntos porcentuales al promedio de años normales. Esta situación se debió al periodo de sequía observado en los meses de diciembre, enero y febrero del último verano”, dijo un informe del organismo.
Los técnicos del INTA realizan desde 2004 monitoreos en 46 establecimientos de cría bovina, pertenecientes a grupos Cambio Rural y CREA.
En el informe se explicó que “se observa una recuperación del estado corporal en los rodeos monitoreados”. Además, destacó que las condiciones climáticas favorables (elevados registros de lluvias, adecuadas temperaturas) en agosto y septiembre permitieron adecuadas tasas de crecimiento de los pastizales naturales, pasturas y verdeos. “Las condiciones de la parición presente y del próximo servicio se visualizan muy favorables”, precisó el trabajo. No obstante, hay que evaluar la situación de las últimas lluvias.
Con el monitoreo se pudo determinar que “el porcentaje de preñez del presente año (85,2%) es el resultado de los estados corporales subóptimos que se observaron durante el servicio pasado. Esta situación se debió a la sequía 2011-2012, que afectó fuertemente la zona”.
Los técnicos del INTA explicaron que la presencia de vacas muertas por hipomagnesemia, “si bien tiene un componente ambiental importante, pone en alerta sobre los principales cuidados en esta enfermedad. Estos cuidados deben prestar especial atención a la reserva de potreros diferidos para la época de parición”.
Por otra parte, el informe explica que “otras medidas se deben orientar hacia la disminución del stress en los vientres en parición (encierres, cambios de potrero, etc.) que generalmente son el desencadenante de esta problema”.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 8 de diciembre.
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