Sin embargo, algunos sectores agroindustriales no sólo lograron mantenerse al margen de este panorama sombrío sino que además tuvieron un fortísimo crecimiento en los últimos cinco años. En ese grupo se destacan cuatro grandes ámbitos de la producción: feedlots, molinos de harina, procesadores avícolas y frigoríficos exportadores de carne.
En los tres primeros casos, hay una política deliberada de fomento gubernamental. “La Presidenta fue muy clara, me pidió que me ocupe de estos sectores”, dijo Ricardo Echegaray a LA NACION cuando todavía era presidente de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) en el contexto de un seminario sobre la actividad harinera que él mismo había organizado. En el caso de los frigoríficos, el apoyo oficial es el mismo, sólo que más disimulado.
El cierre de exportaciones de granos, la vigencia de los derechos de exportación, el control de precios y los subsidios estatales apuntalaron el auge de los últimos años de los feedlots, los molinos y la avicultura. Pero las realidades de cada uno son distintas: mientras los feedlots no podrían existir sin compensaciones, los procesadores avícolas ya venían creciendo desde antes de que comenzara a funcionar ese sistema. Aunque se vieron afectados por el cierre o la cuotificación de las ventas externas, los frigoríficos tuvieron su beneficio al acceder al mercado interno, en el que no lograban crecer.
Los empresarios reconocen que les está yendo bien, pero niegan que sea por la política oficial y sostienen que tiene fundamento en las ventajas competitivas y la estrategia de cada uno. Aunque los cuatro sectores presentan realidades distintas, en gran medida el crecimiento se dio por la intervención en los mercados del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y del jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, que controla la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).
600.000 t
Las exportaciones de carne este año.
Aunque sufrieron restricciones a los embarques, los últimos cinco años fueron buenos para los frigoríficos exportadores de carne bovina
Acceso al mercado interno.
Por la intervención de la Secretaría de Comercio Interior en la cadena comercial, los exportadores lograron acceder al mercado interno, tradicionalmente dominado por los denominados consumeros.
Posición dominante.
En las principales cadenas de supermercados argentinos, los frigoríficos exportadores concentraron casi el 100% de la oferta en los últimos años.
US$ 340 millones.
Facturó la avicultura en 2008.
La cifra representó un 46% más que el año anterior. Desde 2002, el sector duplicó su producción.
Mimado de la Presidenta.
Los procesadores avícolas son uno de los sectores preferidos por la presidenta Cristina Kirchner, que ha visitado varias granjas y, como sucedió este año, suele presidir el festejo por el Día de la Avicultura.
Subsidios y libertad para exportar.
A los procesadores avícolas se les atribuye la idea original del sistema de subsidios que busca desconectar el precio interno de los alimentos del valor internacional de los granos; no hay restricciones para los embarques.
1.385.112 t
Creció la producción de harina.
Entre 2003 y 2008, la fabricación de harina de trigo pasó de 4.989.951t a 6.375.063 t.
Precio del trigo.
En los últimos tres años, por el cierre de las exportaciones de trigo, la industria molinera pagó hasta un 15% o 20% menos que el valor de equilibrio.
Subsidios y libre exportación.
La industria molinera también recibe compensaciones estatales, aunque sólo en la producción que se destina al mercado interno. Por eso, los molinos brasileños denuncian que sus pares argentinos compiten deslealmente en el mercado del gigante sudamericano.
60%
Creció el número de feedlots.
En los últimos tres años, la cantidad de establecimientos engordadores de ganado a corral pasó de 1196 a 1890.
Subsidios y faena.
Sin el subsidio, de acuerdo a información de la propia cámara de feedlots, la ecuación económica de un novillo engordado a corral da una pérdida de 200 pesos. Por eso, el subsidio estatal promedio es de $241. Los animales de feedlots representan casi el 40% de la faena total; hace cuatro años apenas superaban el 10%.
Atrasos en los pagos.
Ante la denuncia de irregularidades, esta semana el Gobierno suspendió el pago de los subsidios; anteriormente, se acumuló una deuda de unos $ 800 millones.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 26 de septiembre.
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