El nuevo escenario en el que se desarrolla esta actividad, hace que la eficiencia de los
sistemas sea una herramienta fundamental que permite la sostenibilidad del productor. Las pautas de manejo que se implementen constituyen el mecanismo operativo del sistema, en pos de esa eficiencia productiva.
Estas pautas serán la herramienta fundamental para la organización del sistema y para alcanzar la meta de eficiencia propuesta, ya que nos permiten: tener sistemas de producción en cadenas, una mejor organización del trabajo, una explotación intensiva de los animales, utilizar en forma eficiente las instalaciones, realizar reposo sanitario de las mismas entre las etapas productivas y tener las ventas distribuidas a lo largo del año.
Las estrategias de manejo se pueden definir como “La capacidad del productor para ordenar y llevar a la practica un conjunto de técnicas que demanda cada paso del proceso productivo, con criterio y habilidad para lograr el mejor grado de eficiencia productiva y económica del sistema”.
Este trabajo pretende establecer y discutir pautas para cada etapa del proceso de producción de cerdos a campo, teniendo como objetivo la intensificación productiva.
Manejo del servicio.
Instalaciones.
El análisis de las técnicas de manejos a implementar deben comenzar por una etapa fundamental para el esquema productivo como es el servicio, considerado como una siembra que de realizarse en forma correcta permitirá una excelente cosecha de lechones nacidos vivos.
Uno de los aspectos a tener en cuenta en el manejo de esta etapa es el diagrama de las instalaciones para el área de servicio, recepción de cachorras de reemplazo y padrilleras. Para el área de servicio debemos tener en cuenta su ubicación, es de suma importancia que estén aledaños a las padrilleras por el estimulo que estos producen en las cerdas próximas a encelarse.
Se debe contar con el numero adecuado de piquetes para alojar al grupo de cerdas a servir y que nos permita poder dividirlas en subgrupos homogéneos por tamaño, con la superficie de sombra adecuada (3.0 m2 por cerda), con suficiente cantidad de bebederos y con tranqueras en buen estado para permitir el fácil acceso de los padrillos o la salida de la hembra en celo para el servicio, es de suma importancia que cada uno de estos lotes tengan tapiz vegetal para lo cual se debe guardar una
relación adecuada de superficie de acuerdo al numero de madre que se introduzca en el piquete, recomendamos 1000 m2 para un grupo de 8 a 9 cerdas (Caminotti, y col. 1994).
En lo referente a las instalaciones necesarias para alojar a los padrillos, se recomienda utilizar piquetes con tapiz vegetal cuya superficie permita la ejercitación del padrillo, recomendamos 700 m2 por piquete.
En estas instalaciones y dado la posibilidad de pelea que existe cuando los padrillos se alojan individualmente, recomendamos el uso de alambrado fijo tipo chanchero reforzado con hilos de alambre de púas (un hilo a 15 cm del suelo, uno a la mitad del alambrado y dos o tres hilos en la parte superior del alambrado) (Caminotti, y col. 1994).
Estos piquetes deben contar con superficie de sombra adecuada a las necesidades del padrillo, 4 a 4.5 m2 por animal, y se debe colocar para las épocas de calor refrescaderos controlados (piletas de media caña para bovino, enterradas en el suelo) que permanecerán durante las épocas estivales llenas de agua para que el padrillo pueda sumergirse en ellas y mantener sus testículos con la temperatura adecuada.
Se les deben colocar comederos individuales y bebederos para cada padrillo. En estas áreas, dado el bajo nivel de contaminación que sufren por la ocupación temporaria del área de servicio y por la relación animal superficie en el caso de las padrilleras, no se hace necesario implementar un diagrama de rotación de lotes para este sector, siempre que podamos mantener un tapiz vegetal adecuado.
Manejo del padrillo y cachorra de reposición.
Las pautas a implementar en esta etapa son: en el caso de los machos se deben tener en cuenta el periodo necesario de adaptación y aclimatación al nuevo establecimiento el cual no debe ser inferior a dos meses, se recomienda el ingreso a los 6 meses de edad y el comienzo de servicio a los 8 meses.
La frecuencia de uso, muchas son las estrategias que se mencionan en la bibliografía, consideramos como una de las adecuadas para manejo natural comenzar su actividad sexual a los 8 meses (150 kg.) con 4 saltos por semanas, a los 12 meses de edad aumentar la frecuencia a 8 saltos por semanas y a los 15 meses trabajarlo a plenitud (2 saltos por día durante dos días y descansar 1 día o dos saltos por día durante tres días y descansar dos).
El trabajo a plenitud del animal debe realizarse intercalando periodos de descanso que permitan la recomposición espermática del semen. Es importante que los primeros saltos del animal sean controlados por el operario y se realicen con hembras en optimo estado de celo y de un tamaño similar al macho, nunca debe golpearse a un padrillo inexperto, la herramienta de manejo en esta etapa de educación debe ser la paciencia.
También debemos tener en cuenta su alimentación, esta deberá ser diferencial dependiendo de si esta en etapa de servicio o descanso, se considera adecuado un consumo promedio diario de 2.0 a 2.5 kg. por padrillo y por día, es muy importante al análisis de la condición corporal individual para ajustar el consumo del animal (CERES. 1985).
En cuanto a las pautas de manejo de la cahorra de reposición se deben tener en cuenta aspectos referidos fundamentalmente a su edad y peso al primer servicio, este deberá ser de 130 kg. y de alrededor de 8 meses de edad, esto permitirá que el animal desarrolle un nivel adecuado de grasa dorsal (22mm) como reserva energética para la producción de leche y coincide con el tercer ciclo estral posterior a la pubertad, considerado como el adecuado para comenzar con su vida reproductiva.
Otro aspecto de suma importancia es el periodo de aclimatación y adaptación de la cachorra, dada la importante función inmunológica que el calostro tiene en esta especie.
El manejo de contagio dirigido, la aplicación de un estricto plan sanitario pre servicio y la observación de síntomas de enfermedad, deben ser realizados durante este periodo que no debe ser inferior a los dos meses. Esta estrategia de manejo sanitario muchas veces no son realizados en forma correcta en los sistemas de producción a campo (CERES. 1996).
El alto patrón sanitario de la reposición se torna vital para evitar la introducción y diseminación de enfermedades en nuestros rodeos, este aspecto es el pilar de la Bioseguridad del establecimiento. En lo referido al manejo del servicio, se deben tener en cuentas las pautas referidas a la sincronización de los celos y al tipo de servicio que realizaremos.
Sincronización de los celos.
En lo referente a la sincronización de los celos, en esta especie se logra con total perfección aplicando normas de manejo como: destete simultaneo de todas las cerdas lactantes, traslado de las cerdas del área de paridera a la de servicio, colocarlas en grupos (no mayores a 10 cerdas) homogéneos por tamaño, suministrar comederos con alimento a voluntad, realizar en forma diaria estimulo y detección de celo introduciendo un padrillo en dicho grupo. (Caminotti y col. 1994).
Estas simples técnicas de manejo permiten alcanzar una perfecta sincronización de los celos, fundamental en la organización del sistema ya que nos permite: concentrar todas las etapas productivas (parto, destete, recría , terminación), adecuar las instalaciones al numero de cerdas a parir, hacer un uso intensivo de las mismas, poder realizar reposo sanitario, poder planificar las épocas del año de mayor demanda de mano de obra (partos, destetes), tener continuidad en las ventas de animales, no alterar los grupos de cerdas formados (orden social).
Esta técnica de sincronización tiene como requisitos para su implementación: poseer una adecuado número de padrillos, realizar un correcto manejo de sincronización del celo de las cachorras primerizas con el grupo de adultas y la capacitación, constancia y firmeza del operario encargado del manejo de esta etapa.
Tipo de servicio.
Por ultimo debemos considerar el manejo del tipo de servicio a implementar, para esto las opciones son el manejo grupal o individual. Antes de considerar las técnicas en particular es muy importante remarcar la importancia de contar, independientemente de la técnica elegida, con el 10 % de padrillos sobre rodeo de madres, de son ser así incurriremos en un grave error que nos llevara al sobreuso de los padrillos (Caminotti y col. 1994. CERES, 1985. Sobestinasky, y col. 1994).
En referente a las técnicas en el primer método, servicio grupal, se introduce a partir del desmadre un padrillo en un grupo de cerdas destetadas no mayor a 10 a 12, este se encargar de realizar la estimulación y detección del celo y en este tipo de servicio realizara también en este mismo lugar el acto del servicio. Se recomienda establecer un periodo de servicio no mayor a 7 a 10 días, rotar los padrillos diariamente (un día de trabajo, un día de descanso), durante las épocas de calor introducir el padrillo durante la noche.
La principal ventaja de este método es que se logran buenos índices de fecundación, es demandante de escasa mano de obra. La principal desventaja es la falta de supervisación y registro de los servicios.
En el segundo método, sistema individual o dirigido, se realiza la misma maniobra anterior de introducción de un padrillo al corral de detección de celo en el cual se encuentran las cerdas desmadradas, pero la cerda que se detecta en celo es trasladada a la zona de padrilleras en donde se realiza el servicio, estas dos etapas (detección de celo y servicio) son supervisada por el operario (Sobestiansky y col. 1994. CERES, 1985).
Se aconseja realizar dos servicios por cerda con un intervalo de 8 a 10 horas, dependiendo de la época del año. Los requisitos para su correcta implementación son: personal capacitado, adecuada relación padrillo hembra en servicio, adecuado diseño de las instalaciones para servicio y padrilleras.
La ventajas de este sistema son: estricto control y supervisación del servicio, que nos permite contar con datos para detectar problemas reproductivos. La principal desventaja del sistema es la mayor mano de obra que demanda esta técnica.
Consideramos como lo más adecuado para los sistemas de producción intensivos de cerdos a campo, el sistema de servicio individual o dirigido, dada la supervisación y control que permite realizar en esta etapa tan vital para el éxito de nuestra gestión.
Para que toda estas prácticas de manejo surjan el efecto que esperamos, es fundamental que nuestro rodeo este bajo un estricto control de las enfermedades que afectan la reproducción (Brucelosis, Parvo virus, Aujesky, Leptospirosis). También debemos implementar todas las técnicas propuestas para el control de la infestación de nuestro alimento con hongos productores de micotoxinas (CERES,. 1985).
Gestación.
Esta etapa es poco demandante de las tareas de manejo dado que las condiciones que ofrece este tipo de sistema permite que la cerda se encuentre en un ambiente de
tranquilidad y realiza ejercicio que son muy importantes para esta categoría.
Se recomienda separar al grupo de cerdas gestante por tamaño para permitir una adecuada organización social y evitar las peleas que muchas veces ocasionan lesiones traumáticas que traen dificultades en el momento del parto (Spilsbury, 1990).
El manejo de la alimentación debe ser diferenciado de acuerdo a la etapa de la gestación en que se encuentre la cerda, se recomienda para los dos primeros tercios suministrar entre 3 a 3.5 kg. de alimento por cerda y en el ultimo tercio de la gestación aumentarlo a 4.5 a 5 kg para permitir el mejor desarrollo de los fetos que ocurre en esta etapa final de la gestación.
Se debe implementar en la etapa posterior al servicio una adecuada detección del retorno al celo, en estos tipos de sistemas se puede efectuar con la presencia de los padrillos en los lotes de gestación o utilizando aparatos de ultrasonido.
Un aspecto de fundamental importancia que se ha observado en los últimos años en nuestro país y que afecta a los sistemas de producción a campo, es el efecto que sobre la gestación temprana tiene la incidencia de los rayos solares sobre la cerda.
Estos producen un proceso inflamatorio que conlleva la liberación de prostaglandina y esta por su acción luteolitica produce disminución de progesterona, con la consiguiente interrupción de la preñez.
Para evitar este efecto que imposibilita lograr adecuados porcentajes de preñez y por lo tanto impide alcanzar la sustentabilidad del sistema, se han implementados instalaciones que permiten confinar a las cerdas en alguna casos durante las horas del día y en otros totalmente, hasta los 60 días de gestación (Ambrogi, 2000).
Varios son los diseños utilizados, entre los mas adoptados podemos mencionar galpones de gestación de cemento o madera, carpas tipo “iglu” o sombreaderos con piso de losetas de cemento y cuyos laterales se cierran con alambres tipo chanchero para impedir la salida de las cerdas.
También se debe proteger a los padrillos de los efectos que las altas temperatura tienen sobre la reproducción, es por esto que se recomienda en los casos de implementar galpones para alojar las cerdas que estos en sus diseños tengan también boxes para alojar a los padrillos.
En el caso de que no se utilicen estas instalaciones se recomienda colocar en las padrilleras piletas media cañas para bovinos enterradas en el suelo y que durante el verano estas se llenan de agua y sirvan de refrescaderos, también es recomendable en este área implementar árboles y sombreaderos con las dimensiones adecuadas para esta categoría como se mencionara en el ítem manejo de los servicios.
Med. Vet. M Sc. Brunori Jorge, Prof. Agr. Spiner Naun, Med. Vet. Raul Franco, Agr. Dario Panichelli.
Grupo de Trabajo Porcinos. INTA Marcos Juárez.
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