Pero la zafra comenzó con demora. Los especialistas calculan que arrancó un mes y medio después porque, pese a La Niña, hubo campos de cría que soportaron bien y cuentan aún con buenas reservas forrajeras. Allí, dicen, los ganaderos prefieren retener animales, recriarlos, ganar más kilos y aprovechar los excelentes precios de la ganadería provocados por la menor oferta iniciada hace cuatro años, cuando comenzó a caer el stock.
Como termómetro de esto, en el feedlot, el principal destino de la ternerada, hoy la ocupación es la más baja de los últimos 10 años, con un 40 por ciento de su capacidad. Allí también se observa otro signo de la recuperación: los criadores ya no remiten hembras como antes, prefieren guardarlas en gran proporción como futuras madres. Sin embargo nadie desconoce que el proceso de recomposición será largo ni olvida que desde 2005 se perdieron entre 10 y 11 millones de cabezas y 27.000 productores quedaron en el camino, según los datos oficiales.
Para el consultor Víctor Tonelli el panorama es totalmente favorable. “El proceso de recuperación ganadera se inició y los precios van a ser muy buenos en los próximos tres años. El horizonte es bueno más allá de las políticas oficiales”, dijo a LA NACION.
Sin embargo, Tonelli explicó que la oferta de terneros es insuficiente para los invernadores que quieren volver al negocio tentados por la relación pasto, kilo de carne y también por los mismos criadores que quieren recriar, ganar más kilos de carne para vender el ternero más pesado. Estima que en los próximos cinco años se recuperará la mitad del stock que se perdió (11 millones de cabezas desde 2006, cuando había un unas 60 millones de cabezas).
Por su parte, Ignacio Iriarte, director de la publicación Informe Ganadero , dijo que frente a la zafra más baja de los últimos 15 años, con 11,5 millones de terneros, se observa que la “extraordinariamente alta relación de precios de terneros respecto del novillo refleja el interés de la gente por volver a la ganadería”.
Pero, atención, advirtió que éste es el problema número uno que tienen hoy los engordadores, ya sean invernadores tradicionales o feedloteros. “Gran parte del negocio se va en la diferencia de precio en la compraventa. Se les hace difícil recuperar la prima que pagan.” Además los criadores están empezando a reclamar los precios que se observan en los remates televisados “en donde se paga más”.
Como dato positivo advirtió que en los remates, por cada tres machos vendidos, se vende una hembra y “en algunos casos esta relación es aún mayor”, lo cual indica el interés por retener vientres.
Contrariamente a lo que ocurrió otros años, Iriarte estima que en el presente ciclo “no habrá cuellos de botella, como cuando en esta época los invernadores se querían sacar de encima todos los terneros; este año la zafra va a salir con cuentagotas y/o escalonada”.
En tanto, el consignatario de hacienda Ignacio Gómez Alzaga opinó que hoy el precio de la ganadería es muy bueno y rentable y se debe fundamentalmente a que en los últimos cuatro años se ha producido una caída en el stock productivo argentino como nunca en la historia.
“Tendremos una zafra de terneros de los niveles más bajos en los últimos tiempos. Estamos pensando, respecto del año pasado, que este año se venda entre un 20 y un 30 por ciento menos de terneros”, dijo.
Gómez Alzaga nota que en los remates hay mayor proporción de oferta de machos que hembras, lo cual marca un proceso de retención de vientres. “En estas condiciones las perspectivas del negocio ganadero son buenas”, agregó.
Problema de oferta
Para Fernando Canosa, consultor privado y técnico del área de Investigación y Desarrollo de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), hoy estamos en un mejor momento de precios, “pero hay un problema de oferta que llegó para quedarse”, advirtió. “Este año tenemos la menor cantidad de terneros destetados. Y será la menor oferta en el mercado”, enfatizó.
Según un trabajo realizado por Aacrea, sobre la base de datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en 2003 se destetaron 14.719.550 terneros; en 2010, fueron 12.595.100 y para este año se calcula una cifra final de 12.226.500 terneros.
Canosa estima que la oferta de terneros (zafra) estará en alrededor de 11,5 y 12 de millones de cabezas. “Por eso los precios son tan buenos. En dólares el año pasado el ternero valía 1,75 dólares el kilo vivo y hoy está en 3”, agregó.
“Si bien los precios son muy buenos hay que tener en cuenta que entre 2005 y 2010 desaparecieron 10 millones de cabezas, y de 237.000 establecimientos ganaderos que había quedaron 210.000, según el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa)”, apuntó Canosa. No obstante, para el consultor, el contexto es bueno para invertir. “Lo más importante es recuperar la base forrajera, porque después de la sequía de 2008/9 se perdieron muchas pasturas”, señaló.
Por otra parte, observa que por el momento el destino de los terneros se orienta al engordador que hace más peso a pasto, al que tiene recría a pasto que le permite amortizar la inversión; a los que están con dinero disponible, y a los que están integrados con la industria.
“Hasta 2009 los feedlots barrían con el 50 por ciento de la oferta de terneros.” Pero Canosa entiende que hoy la relación de precios entre el ternero y el novillo está tan mal que desalienta al feedlotero por el alto costo del alimento (maíz) y el corto tiempo que tiene para engordar (120 días). “Compra el ternero a 12 pesos el kilo vivo y lo vende en 9. Ya tiene de entrada 3 pesos de pérdida.”
En ese sentido, Juan Carlos Eiras, director de Asuntos Institucionales de la Cámara Argentina de Feedlot, coincidió en que la zafra para este año será de entre 11,5 y 12 millones de terneros. “El año empezó con un ritmo lento en función de la base forrajera que tiene el invernador pastoril, con el cual compite. Este año la actividad fuerte empezó en marzo y no en febrero, como es habitual”, comentó.
Siete años para recuperar el stock
“Para recuperar el stock ganadero que perdimos en los últimos cuatro años por las malas políticas implementadas por el Gobierno se necesitan siete años”, señala un trabajo realizado por el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), Néstor Roulet.
Según el análisis, para alcanzar esa meta es necesario tener más vientres, lo que traerá como consecuencia un incremento en la producción de terneros.
El trabajo señala además como fundamentales para cumplir ese objetivo, las siguientes premisas:
Incremento del 3 por ciento del stock de madres que coincide con la menor participación de hembras en la faena -un 7% menos en participación de la faena refleja un 3% de retención de hembras para madres.
Mejorar el índice de destete del 1% anual, causado por el mejor precio, que posibilitaría una mejor sanidad y alimentación del rodeo de cría.
Mantener en los niveles actuales el consumo en el país, por persona por año -o disminuir un poco en razón del crecimiento demográfico natural del país- de 58 kilogramos, ya que la disponibilidad de carne para el consumo interno será siempre la misma.
Seguir exportando unas 300.000 toneladas, un 50% de lo que se embarcaba en años anteriores.
“Estas dos últimas condiciones son fundamentales para mantener la disponibilidad de animales para faena en aproximadamente 11,8 millones de cabezas”, concluye el trabajo.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 2 de abril.
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