Esta situación tuvo un motivo muy concreto: fue el encargado de presentar ante los representantes de la industria, la distribución y la profesión el proyecto de trazabilidad que el ente espera poner en marcha en el mediano plazo.
En este sentido y si bien dejó en claro que el principal objetivo del sistema apunta a garantizar la inocuidad de los alimentos que se producen en nuestro país, Winter explicó que el mismo también permitirá eliminar (o al menos limitar) la participación de los malos jugadores de la cadena comercial de medicamentos veterinarios.
Pretendemos generar políticas que puedan ser aplicadas y cumplidas por todos los involucrados y para ello estamos dispuestos a escuchar sus opiniones y demandas, aunque sin perder de vista que más allá de las necesidades de cada actor, apuntamos a la conformación de un sistema integral, remarcó el funcionario público en su disertación.
Asimismo, agregó que: no existen productos de venta libre. Todos son y deben ser expendidos en locales con asesoramiento profesional veterinario. Este es el principal punto crítico a la hora de detectar residuos por medicamentos en la cadena alimentaria, a nivel internacional. Estamos buscando que los profesionales ingresen en un parámetro de calidad y nos brinden los datos para garantizar que el comienzo de la cadena no nos genera lo que actualmente es el 80% de las distorsiones sobre residuos en los alimentos que se exportan.
Asimismo, el representante del Senasa se mostró atento a las necesidades del sector industrial resaltando la vocación del organismo en cuanto a poder encausar la comercialización sobre un esquema en el cual las droguerías abastezcan únicamente a los laboratorios elaboradores, quienes serán los garantes del posterior suministro de fármacos al resto de la cadena.
Nos apoyaremos sobre tres pilares fundamentales: conocer y registrar a los actores, identificar de manera individual los productos veterinarios y controlar la cadena comercial hasta el momento de su uso, remarcó Winter.
Por último, describió punto por punto los lineamientos de un proyecto que comprendería las siguientes acciones.
Registro de expendedores
En el mismo deberán inscribirse todos aquellos que comercialicen fármacos. Este requerimiento no está vinculado a la habilitación de los veterinarios para ejercer su actividad profesional. El fármaco tiene una característica crítica: genera residuos.
Debemos registrarlos, explicó Winter.
De este modo, el Senasa generará un registro on line con todos los distribuidores y comercios veterinarios que expendan fármacos.
La idea de los funcionarios es que el registro sea digital y que les permita tener un acceso diario y actualizado.
Obviamente se deberá tratar de locales habilitados por la jurisdicción donde se encuentren establecidos y deberán contar con un profesional veterinario a cargo, quien será el encargado de firmar los ingresos y egresos en un libro obligatorio de la actividad comercial.
Allí, se exigirá un registro de unidades entrantes y salientes.
El sistema de identificación individual, por frasco
En este sentido, Winter realizó algunas consideraciones iniciales, dejando afuera del actual proyecto a los biológicos (ya cuentan con una estampilla del Senasa) y destacando que no todos los fármacos tienen el mismo nivel de riesgo en la generación de residuos.
Es por esto que consideramos una categorización de los riesgos y quizás en una primera etapa el sistema incorpore a los antimicrobianos y las sustancias hormonales, que actualmente mantienen requisitos muy importantes en los países que compran nuestros productos, explicó.
Esta situación abarcará tanto a los productos que se comercializan en el mercado interno como a aquellos destinados a la exportación.
En esta etapa, el Senasa ha pensado en una etiqueta de códigos de barras individual, por frasco, la cual podría brindar las garantías de identidad y trazabilidad que la cadena necesita.
No es el único sistema disponible y por más que nosotros ya lo hayamos testeado a campo, los laboratorios nos podrán brindar sus puntos de vista al respecto. Por otra parte, creemos importante que las características técnicas de las etiquetas y adhesivos (acorde a los materiales de los envases) podrían ser certificadas por otros organismos, como el INTI, agregó el disertante.
Este sistema de identificación se apoyará en el registro de la actividad comercial de los productos (libro de los expendedores) y el registro de su uso (libro de tratamientos para predios UE y libro de actividad profesional veterinaria), con el objetivo de generar un stock de medicamentos que permita identificar los desvíos que atentan contra los buenos jugadores.
Libro de registro de tratamientos
El mismo será obligatorio para todos los tipos de explotaciones en predios de todo el país que produzcan animales para consumo humano. En un primer momento el mismo se implementaría en formato papel, en colaboración con las diferentes Oficinas Regionales del Senasa.
¿Por qué es este documento importante? Porque a partir del mismo se dejará asiento del uso de los productos veterinarios, detallando entre otras cuestiones los animales tratados, la patología involucrada, el producto utilizado, la indicación de uso y el profesional veterinario responsable.
Para darle mayor cumplimiento, el mismo se apoyará en un sistema de inspecciones y el hallazgo de irregularidades desencadenará un procedimiento de gestión de infracciones por parte del organismo.
Libro de actividad profesional
Ha sido pensado para todos aquellos animales que podrían terminar en la cadena de producción pero que no están involucrados en el libro de tratamientos, como puede ser el tema de los equinos, por ejemplo. De esta manera, podremos mantener los balances de stock de fármacos.
Podrán llevarse en formato de papel o digital, aunque siempre validado por el Senasa, destacó Winter.
De este modo, se dejará constancia del uso clínico de los productos aplicados en los animales y permitirá también registrar la patología involucrada, el producto utilizado, las indicaciones y el profesional veterinario responsable.
Farmacovigilancia
A partir de procedimientos que el organismo presentará en el corto plazo, se pretende garantizar la respuesta ante cualquier efecto adverso por la aplicación de medicamentos.
Se facilitará en la página Web del servicio un formulario que podrá ser presentado por un profesional veterinario o un particular tanto para animales grandes como pequeños. Abarcará cuestiones vinculadas con reacciones adversas en los animales destinatarios o en los agentes manipuladores de los productos (quien los aplique), y sobre el medio ambiente, remarcó el disertante.
Gestión de denuncias
En este último aspecto del sistema, el funcionario nacional realizó un importante hincapié, destacando que se ha desarrollado un procedimiento de denuncias ante una presunta irregularidad en la actividad comercial de productos veterinarios (de acuerdo a las normativas nacionales vigentes).
Se dispondrá en la página Web del Senasa de dos formularios con formato de:
Acta de constatación comercial de productos veterinarios: labrada por un colegio / consejo profesional de veterinarios, que actúan por competencia delegada por el Organismo.
Formulario de denuncia de práctica comercial irregular de productos veterinarios: presentada por un particular.
Más allá de las posibles sanciones proporcionales al tipo de falta que pueda recibir el infractor, el sistema permitirá identificar el origen de la irregularidad y adoptar una medida de gestión inmediata sobre el laboratorio vinculado con el medicamento, el expendedor y/o el profesional veterinario interviniente, concluyó Nicolás Winter.
Fuente: Periódico Motivar
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