Se observa un fuerte deterioro de esta vía de transporte.
“El tema más complicado en el transporte son las rutas, porque no se hizo nada y son malas.”
La frase pertenece al consultor Gustavo López, que realizó un trabajo junto a Gustavo Oliverio sobre la infraestructura del transporte granario de cara a 2020.
El diagnóstico actual es categórico. Según una encuesta de la Fundación Producir Conservando entre 408 casos -tomando productores y empresas-, en las rutas nacionales sólo el 30% tiene un buen estado de transitabilidad; otro 44 por ciento está en un nivel regular y 26 por ciento, malo.
Para las rutas provinciales no hay un mejor panorama. De acuerdo con ese relevamiento, sólo 11% registra un buen estado; 31% se encuentra en una condición regular y 58% en mal estado.
Si se observa el rubro caminos de tierra, allí se puede apreciar que el 5% presenta un buen estado, el 68% tiene un mantenimiento regular y el 27% restante directamente está en malas condiciones.
En la última década, el Gobierno recaudó por retenciones al complejo granario 48.000 millones de dólares. Según López, de haberse destinado sólo el 10% de esa cifra -US$ 4800 millones- se podrían haber construido más de 4000 kilómetros de rutas o 1500 kilómetros de autopistas.
López aportó otro dato contundente. En los últimos 40 años se transportaron más de 1700 millones de toneladas de granos por las rutas argentinas.
Por las cuatro principales, que son las rutas 5,7,8 y 9, pasó el 70% de ese tonelaje, “sin registrarse en ninguna de ellas mejoras de importancia”, destacó.
El otro factor inquietante es la antigüedad del parque de camiones, que llega a 22 años de promedio. “Por encima de 20 años ya es un parque obsoleto”, precisó.
Sólo un 25 por ciento del parque hoy tendría una antigüedad de 10 años o menos.
Otra cuestión no menor es que la Argentina tiene muy poco desarrolladas otras vías de transporte, como el ferrocarril y el traslado por barcazas.
Infraestructura complicada
Hoy el 83% del transporte de la cosecha de soja se hace por camión, 13% por ferrocarril y 4% por hidrovía/barcazas.
En Brasil, el 60 por ciento es por camión, 33% con ferrocarril y 7% por barcazas.
Si se mira el caso de los Estados Unidos, allí lo que se destaca es el transporte por hidrovía/barcazas, que representa el 61%, contra 23% del ferrocarril y el 16 por ciento del camión.
“Tenemos que trabajar para cambiar la matriz de transporte, para hacerla más eficiente, más equilibrada entre el camión, los ferrocarriles y la hidrovía”, expresó Pablo Vaquero, presidente de la Fundación Producir Conservando.
Vaquero pidió “adecuar” la infraestructura “con políticas de Estado que van más allá de un gobierno”.
En el trabajo de López y Oliverio se plantea una preocupante situación. “El actual sistema de transporte colapsará” hacia 2020 si no hay mejoras que puedan soportar el crecimiento de la producción que se prevé para ese entonces.
“La infraestructura de transporte granario era y es aún hoy un cuello de botella importante para la producción. Deberá cambiar en forma significativa para hacer viable la mejora productiva prevista para fines de la década”, señala el informe que se presentó el martes pasado en el seminario de la Fundación Producir Conservando.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 16 de junio.
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