Hoy día, la existencia de productos biotecnológicos permiten sumar el aporte de microorganismos altamente especializados para degradar desechos orgánicos inertes y transformarlos en elementos inocuos, siendo el arma más potente contra la contaminación de aguas y suelos, potenciando así al ciclo de degradación que la naturaleza realiza por si misma.
Las fórmulas que se desarrollan utilizando los principios biotecnológicos están compuestas por bacterias, enzimas y los macro y micronutrientes necesarios para el mantenimiento de una actividad reproductiva saludable. Dichos microorganismos se encuentran en la misma naturaleza, son tipificados, seleccionados y mezclados según su capacidad para degradar distintos tipos de estructuras orgánicas.
Las etapas de selección y mezclado son un proceso fundamental en la capacidad degradativa de la formulación bacteriana que se obtenga, ya que cuanto más específica sea la capacidad de comportarse ante los distintos tipos de desechos, mayor será la capacidad de digerirlo y mayor serán los intervalos de aplicación de la fórmula en el sistema de tratamiento de residuos.
Para ejemplificar diremos que tanto la materia fecal del cerdo, como los hidrocarburos, carbohidratos, aceites, proteínas, lípidos y almidones son todos compuestos orgánicos afectados a la degradación por medio de bacterias, pero es sumamente importante la adecuada selección y utilización de dichos microorganismos, ya que al tener en cuenta sus distintos comportamientos ante cada sustrato es cuando se logra una velocidad degradativa mayor y el más eficiente funcionamiento.
Así es que la primera característica de una buena mezcla bacteriana es que esta contenga microorganismos altamente compatibles con los componentes que constituyan el problema al cual luego los haremos enfrentar.
Posteriormente a ser seleccionados, son testeados según los distintos comportamientos a las variables ambientales y son concebidos sin manipulación genética alguna para combinarlos de manera de actuar sinérgicamente entre ellos. A dicho consorcio bacteriano se le adicionan enzimas, las cuales catalizan y aceleran los procesos degradativos, surgiendo una mezcla totalmente inocua para humanos, animales, plantas y ambiente.
La mezcla de microorganismos que se encuentran en una fórmula bacteriana trabajan en concierto. Cada tipo de microorganismo posee los sistemas enzimáticos necesarios para romper ciertos componentes del desecho, de esta manera, el bioproducto metabólico de un microorganismo se transforma en un elemento biodisponible para un sistema enzimático de un segundo microorganismo, y así hasta que los compuestos de interés son sistemáticamente reducidos a simples e inocuas moléculas y elementos tales como CO2, HO2 y O2. Este proceso es conocido como ciclo del carbono y es el método de la naturaleza de reciclar nutrientes orgánicos.
¿Qué es la bioaumentación?
Se denomina así a la práctica de asistir a la población bacteriana nativa de un sistema depurador mediante el agregado de microorganismos especializados, desarrollados con el fin de proveer una mayor remoción de la carga orgánica y un incremento de la efectividad de la biomasa.
Los problemas frecuentes en donde se considera la bioaumentación como la alternativa mas eficiente son: sobrecargas de la D.B.O. y D.Q.O., producción de olores, variaciones de las fuentes de carbono recibidas y problemas en la sedimentabilidad de los barros.
Aplicaciones en la industria del cerdo.
Lamentablemente la flora microbiana de la vía digestiva de los cerdos es inadecuada para completar el proceso de degradación del estiércol una vez segregado.
En nuestra empresa contamos con una formula específicamente desarrollada para degradar los desechos que esta industria genera, teniendo la particularidad que las bacterias benéficas presentes en esta formula se clasifican como anaeróbicos facultativos, pudiendo vivir y proliferar en presencia o ausencia de oxígeno.
Por ende, la clase de desecho encontrado en un criadero se constituye en el mejor sustrato para la combinación bacteriana que este producto posee, convirtiéndose en el mejor ¨alimento¨ para los microorganismos lo que para el productor representa un serio problema.
Cuales son sus beneficios.
En un sistema de tratamiento de residuos existen naturalmente dos tipos de bacterias. Las que son degradativas, aunque insuficientes en calidad y cantidad y un porcentaje variable de bacterias no deseables como, por ejemplo, la Escherichia Colli y otros coliformes.
Con la introducción de una importante cantidad de bacterias benéficas seleccionadas se produce una competencia por el sustrato, lo que trae aparejado una exclusión de las bacterias no deseables y un sinergísmo con las degradativas naturales.
Dicha exclusión competitiva elimina bacterias que resultan patógenas para los animales, eliminando de esta manera una importante fuente de enfermedades.
El control de los malos olores es uno de los problemas más preocupantes que debe enfrentar un productor, siendo los dos principales culpables el sulfuro de hidrógeno y el amoníaco.
Por el proceso de exclusión competitiva se produce también una drástica eliminación de las bacterias generadoras de sulfídrico proveniente de la descomposición por medio de las bacterias de los aminoácidos azufrados (cistina, metionina, y el sulfuro que contiene tiamina, ácido biótico y lipóico).
El amoníaco es producido en el estiércol durante la conversión del nitrógeno de la urea en nitrato, siendo su proceso: urea-amoníaco-nitrito-nitrato.
En este ciclo, se produce la oxidación del amoníaco en nitrito. Esta reacción es lenta e inhibida por la temperatura, pH, y otras condiciones químicas que se encuentra en el desecho. Cuando la urea se convierte en amoníaco más rápido que la conversión de amoníaco en nitrato, el exceso de amoníaco se libera al aire.
Cuando la incorporación de bacterias benéficas comienzan a acelerar el ciclo del nitrógeno, o sea la transformación del amoníaco de la urea (producto de las proteínas) en nitrato, impiden de esta manera la liberación del amoníaco.
Este proceso efectuado redunda en una notoria disminución de dicho gas en el ambiente, el cual es altamente irritante para el tracto respiratorio de los cerdos predisponiéndolos al desarrollo de enfermedades respiratorias.
Por lo tanto la eliminación de los trastornos aparejados con los malos olores y el exceso de amoniaco en los criaderos son los beneficios mas inmediatos que podemos esperar con la bioaumentación.
En relación a la acumulación de desechos en fosas y su traslado hacia el destino final, se presentan inconvenientes operativos tales como acumulación de sólidos en drenajes, que reducen e interrumpen el normal flujo de los mismos, inconvenientes en el funcionamiento de las bombas, necesidad del uso de removedores e insuficiente actividad degradativa en pozos estercoleros.
El implementar un programa regular de incorporación de bacterias seleccionadas desde los galpones beneficiará notablemente el flujo de agua de los mismos, ya que las bacterias se mueven a través del desecho líquido, rompiendo las estructuras orgánicas que actúan como matriz para la formación de grandes concreciones de sólidos.
La incorporación de bacterias seleccionadas en los sistemas de lagunas aeróbicas o anaeróbicas se realiza mediante una dosis obtenida en base al volumen total de la misma, para introducir la cantidad de bacterias correctas para su más eficiente labor.
En las condiciones ambientales propicias (temperatura, pH, nutrientes, etc.) se producirá una reproducción acelerada de las bacterias que comenzarán a degradar, haciendo notorio en los primeros días la reducción de olores y una intensa actividad de burbujas que indica la producción de CO2 desde el fondo hacia la superficie, siendo la prueba cabal que ha comenzado un metabolismo microbiótico saludable.
La manera de cuantificar esta actividad se realiza mediante la determinación de diferentes análisis físico-químicos entre distintos períodos, para obtener y comparar los niveles de la D.B.O., D.Q.O., Sulfuros y Biológicos completos, entre otros, en los cuales se visualizan la producción de mejoras notorias cuando la biomasa es aumentada.
Las bacterias seleccionadas son facultativas en cuanto a su necesidad de oxígeno, siendo esta cualidad esencial donde los sistemas pueden fluctuar de aeróbicos a anaeróbicos. Además, cuando la corrección de los niveles de oxígeno en las lagunas mediante aireadores es imperativa, la bioaumentación puede llegar a ser una solución de menor costo.
En aquellas lagunas donde el tiempo de permanencia de las bacterias es el adecuado se controlará la acumulación de costras en la superficie, se disminuirán significativamente los sólidos, controlarán la formación de algas y operarán en la capa anaeróbica del lodo del fondo.
La mejora sustancial que permite operar en la calidad del efluente final trae asociados beneficios tales como: el utilizar el agua de laguna con menor contenido de bacterias perjudiciales para permitir limpiezas, y posibilitar la alternativa de destinarla a riego, tanto de forrajeras como de cultivos mayores, con un incremento de su calidad agrícola.
Si tenemos en cuenta que la mejor calidad de residuos y la reutilización de estas aguas aumentará la vida útil de las lagunas, no podemos dejar de mencionar la ventaja en cuanto a la optimización del espacio de tierras destinadas a las mismas y al sensible ahorro de consumo de agua, el cual se potencia al encontrarse zonas donde los criadores carecen de las cantidades necesarias.
El uso de microorganismos se convierte en un colaborador importante dentro de un diseño de sistema de tratamiento adecuado, permitiendo que el efluente final se pueda ajustar a los parámetros de control estipulados por las legislaciones nacionales y provinciales correspondientes, evitando así graves sanciones por contaminación de agua, suelo o ambiente.
Todos estos factores enumerados influyen en gran medida en las erogaciones de un criadero, y por supuesto tienen una incidencia indirecta en el costo final del cerdo.
Se puede concluir que mediante la bioaumentación se puede proveer una sensible mejora de los aspectos operativos de un criadero y convertir en predecible el tratamiento de los efluentes, convirtiendo a la bacteria en una “amiga” para ayudarnos a enfrentar los problemas asociados a la producción de nuestros cerdos.Se evaluaron los efectos del peso al destete y del crecimiento durante el post-destete sobre el rendimiento posterior de cerdos.
Los lechones fueron destetados entre los 18 y 22 días de edad y pesados. Según el peso fueron clasificados como pesados o ligeros (5,4 y 3,9 kg, SE ± 0,04). Durante los primeros 14 días post-destete los cerdos fueron alojados en un destete especializado y sometidos a un tratamiento para un crecimiento acelerado con un sustituto lácteo líquido y una dieta sólida o bien en un destete convencional donde se les suministró sólo una dieta sólida.
Tras los 14 días de tratamiento los cerdos fueron alojados en corrales convencionales y alimentados con la misma dieta hasta los 110 kg PV.
Al final de los 14 días de tratamiento y a los 56 días de edad, los cerdos sometidos al tratamiento acelerado fueron más pesados (9, 2 vs. 8,1 kg, SE ± 0.13 y 19,6 vs. 18,3 kg SE ± 0.28, respectivamente). El índice de crecimiento al principio del estudio no afectó sobre el crecimiento posterior desde los 35 días de edad hasta el momento del sacrificio. Respecto a la calidad de la canal, los cerdos sometidos al tratamiento convencional tuvieron un mayor espesor de grasa dorsal (15,6 vs. 14,1 mm, SE ± 0,47, P < 0,01). Respecto al peso inicial de los cerdos en el momento del destete, los cerdos más pesados al destete fueron los más pesados al nacimiento y lo continuaron siendo a los 56 días de vida y alcanzaron el peso de sacrificio 8,6 días antes que los cerdos menos pesados.
El estudio concluye que el peso al destete influye sobre la edad a sacrificio mientras que no se observó ninguna influencia sobre este parámetro por parte del índice de crecimiento durante las 2 semanas posteriores al destete.
B. F. Wolter and M. Ellis.The effects of weaning weight and rate of growth immediately after weaning on subsequent pig growth performance and carcass characteristics. Can. J. Anim. Sci. 81: 363-369.
Asociación Argentina de Productores de Porcinos.
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