Las empresas frigoríficas están adoptando diferentes estrategias para captar esta oportunidad. Una de ellas es Quickfood/Marfrig mediante cursos de capacitación específicos y la aplicación de diferentes planes comerciales.
“El objetivo es generar sinergias, bajar costos y mejorar la eficiencia para fomentar la actividad”, dijo Eduardo Jensen, director de Hacienda de Quickfood/Marfrig.
En el país nacen anualmente 500.000 machos Holando Argentino, pero sólo algunos se destinan a la producción de carne. En muchos casos resulta inviable su recría y engorde por el costo de la alimentación y la limitada escala de los establecimientos, lo que dificulta llevar adelante un planteo intensivo. Quickfood/Marfrig, a través de su programa Impulso Holando, compra en forma directa estos terneros en condiciones con el propósito de brindar una nueva salida comercial al tambero. La iniciativa posibilita que éstos críen sus animales y que la unidad de feedlot de la compañía los recríe y engorde para terminarlos con 460 kg.
Los registros que lleva adelante el frigorífico, lote por lote, desde hace más de dos años, indican que el biotipo tiene una excelente performance. La eficiencia de conversión es de 6,14 kg/MS por kg de carne producida, con lo que se logra una ganancia de peso de 1,12 kg./día. Una vez en planta, las medias reses alcanzan los 129 kg. promedio, con un rendimiento del 57% y una adecuada cobertura de grasa, lo que permite exportar cortes a los mercados más exigentes.
Otra acción para utilizar los holando es el programa de nutrición animal, Impulso Ganadero, dictado por el especialista Oscar Melo, destinado a profesionales que asesoran campos proveedores de la empresa. La edición 2010 incluye un curso específico para la recría del Holando que tiene el propósito de acortar el ciclo productivo y ganar eficiencia.
“Una buena recría tiene que hacerse cuando el animal está creciendo. Si durante esta etapa come de menos, se retrasa el crecimiento y no se desarrolla bien la caja, es decir el esqueleto y la musculatura, algo que no se puede corregir durante la terminación. Apuntamos a recriarlo rápido para enviarlo a faena con el peso adecuado para exportación, aprovechando al máximo su potencial genético. Así, la ecuación económica será conveniente para el productor y la industria obtendrá una mejor calidad de carne”, destacó Melo.
Durante el curso, además de los conocimientos teóricos, los alumnos aprenden a utilizar un software que calcula el plan de recría completo incluyendo su duración, el peso mínimo que deberá tener el novillito al finalizar la etapa, la ganancia diaria, la cantidad de forrajes y su presupuesto.
“Desde hace 50 años utilizamos los cuartos delanteros de los Holando para la elaboración de hamburguesas y salchichas, los asados, vacíos y matambres, entre otros, van al mostrador local y los cortes finos, de gran tamaño y sabor intenso, se exportan al mercado europeo. Es una raza que da muchos kilos de carne y satisface los gustos de una amplia gama de consumidores”, finalizó Jensen.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 7 de agosto.
Comments are closed.