Este híbrido apomítico se adapta a suelos de media a baja fertilidad, períodos de sequía prolongados, con precipitaciones con una media de 500 mm anuales en adelante y altas temperaturas. A modo de ejemplo, en Salta algunas experiencias a campo ya están reportando producciones de carne de casi 800 kilos por hectárea. Entre otras cosas, de este híbrido se destaca su gran capacidad de producción de forraje de calidad (50 toneladas de materia verde a los 75/85 días de sembrado), su alta concentración de proteína bruta (del 18 al 22%), su concentración de proteína seca en rollos (10 al 14%) y su alta concentración de proteína en bolsas de silo picado (16% al momento de ensilar y 16% al momento de abrir a los 60 días). También presenta alta digestibilidad, del 65 al 75%, y resistencia a plagas y enfermedades.
«Es una nueva y novedosa alternativa para mejorar la productividad en sistemas semiintensivos de carne, cría y producción de leche», expresó Carlos González de Urquiza, de Semillas Magna, representante de este híbrido.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 29 de agosto.
Comments are closed.