Reducido en una jornada por el feriado patrio del miércoles, el ciclo semanal de ventas clausurado ayer en el Mercado de Liniers tuvo trámite ágil y deparó un balance positivo para los precios de todas las categorías y clasificaciones.
Fue factor de influencia decisivo el muy limitado stock de que dispusieron los representantes del abasto local, incluidos los llamados frigoríficos consumeros, para cumplir sus programas de faena mínimos, pues entre lunes y martes se encerraron sólo 11.610 cabezas, a las que se adicionaron 195 recibidas anteayer.
La disposición preferente de compra de esos operadores se concentró invariablemente sobre las remesas especiales de feedlot, que en la actualidad tienen una modesta participación en los envíos.
Cabe apuntar al respecto que los establecimientos donde se hace engorde intensivo «cargaron» sus corrales recién entre marzo y abril, a medida que la mayor afluencia de la zafra de terneros generó un ajuste a la baja de los precios, que hasta entonces mostraban para el sector un notorio desfase respecto del valor del gordo.
Esas haciendas, se estima, estarán así «terminadas» recién entre junio y julio o agosto, habida cuenta de que los ciclos actuales se extendieron a 120 días en vez de a los 90 que eran corrientes antes de exigirse oficialmente un peso mínimo de faena de 300 kilos.
De todos modos, la moderación de los ingresos facilitó el desarrollo de las transacciones con ganancias estimadas de 10 centavos por kilo que, por reflejo, no excluyeron a los conjuntos del sistema pastoril, que en número apreciable integran las entradas al centenario recinto ganadero.
Haciendas livianas.
Los promedios corrientes oscilaron el martes del siguiente modo: en novillitos, $ 9,20/10,30 por los medianos con 351/390 kilos; $ 8,40/9,20 por pesados de 391/430 kg, y $ 7,20/8,20 por los clasificados regulares; por vaquillonas, de escasa participación en la oferta, se pagaron $ 8,50/9,40 por las de 351/390 kg; $ 7,80/8,40 con 391/430 kg, y $ 6,80/7,60 por las incompletas.
Los lotes de hasta 350 kilos, que comparativamente egresan de los corrales en número más significativo, se vendieron en $ 9,70/11, pero por los regulares debieron negociarse con extremos de 8,50 a 9,60 pesos.
Se alcanzaron, asimismo, valores sobresalientes: $ 11,65 por terneros con 289 kilos; $ 11,38 con 289 kg, y $ 11,20 con 286 kg, todos del mismo remitente; $ 10,68 por novillitos con 351 kg; $ 10 con 377 kg; $ 9,54 con 391 kg, y $ 9,50 con 403 kg. En vaquillonas, $ 9,50 con 351 y con 356 kg y $ 9 con 397 kg.
Suba para el novillo.
Definidamente circunstancial puede juzgarse el repunte del 5,95 por ciento que mostró el Indice Novillo Liniers de $ 7,883 anotado el martes respecto del indicador del viernes último, de $ 7,441, pues tuvo origen en la competencia de varios compradores al exhibirse lotes aptos para compromisos inmediatos.
Con 8681 vacunos de entrada, que sucedieron a los 2929 del lunes, los promedios corrientes oscilaron de la siguiente forma: $ 8/8,60 por livianos de 431/460 kg; $ 7,90/8,40 con 461/490 kg; $ 7,70/8,20 con 491/520 kg, y $ 7,70/8,10 con más los 520 kilos.
Los 1343 novillos negociados representaron el 11,46 por ciento del total colocado, de 11.719 vacunos, mientras que el peso promedio fue de 478,62 kilos.
Para transacciones directas se pactaban anteayer aisladamente $ 15/15,20 por kilo de carne de novillo tipo exportación (con certificado), cuyas medias reses no excedieran los 135 kilos. Pero los márgenes corrientes oscilaban de $ 13,80 a 14,50 para novillos de entre 490 y 500 kilos. Al cierre de esta columna, varias empresas ya no cotizaban para ventas inmediatas.
Por exceso de oferta, prevaleció tónica de flojedad para las vacas del tipo conserva y manufactura, cuyos precios declinaron a niveles realmente bajos. Las más encarnadas pudieron colocarse en $ 3,80/4,30 y las inferiores en $ 3,20/3,80.
Fuente: La Nación, Suplemento Campo, 28 de mayo.
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