Revitalizar esta práctica es una iniciativa conjunta del INTA, de la Fundación Vida Silvestre y de Aves Argentinas.
La producción de carne sobre pastizales nativos y la conservación de la biodiversidad son tareas compatibles y rentables. La propuesta que impulsa el INTA, junto con la Fundación Vida Silvestre Argentina y Aves Argentinas, busca aprovechar estratégicamente la diversidad que poseen los pastizales naturales y simultáneamente lograr altos índices productivos.
Desde el Programa Pastizales de Aves Argentinas y la Fundación Vida Silvestre desarrollaron un kit de extensión para las pampas y campos, para promover la ganadería de calidad basada en un uso sustentable de los pastizales naturales y la conservación de su biodiversidad. Este kit será presentado el martes próximo en el hotel Intersur (calle 9 de Julio 2777), en Mar del Plata.
Pablo Preliasco, especialista en ganadería sustentable de la Fundación Vida Silvestre, explicó que se trata de aplicar tecnologías de procesos: producir con bajos insumos externos para no generar impacto sobre los sistemas; conservar el ecosistema y garantizar su correcto funcionamiento. Con estas prácticas, es posible “triplicar los índices de producción de carne”, expresó Preliasco y agregó: “Lo importante es conocer el ecosistema y manejarlo en función de un objetivo productivo, sin descuidar la conservación”.
¿Cómo aprovechar los pastos naturales para potenciar el desarrollo ganadero? “Lo primero, es separar los ambientes. El apotreramiento se realiza según el ambiente y se los subdivide con alambrados eléctricos”, señaló el especialista. Así se manejan los descansos, los pastoreos y se dejan semillar determinadas especies para favorecerlas.
“Ordenar la actividad tiene sus beneficios”, dijo Eduardo Obregón, especialista en producción animal del INTA Cuenca del Salado. Y añadió que con técnicas de manejo sencillas y económicas como el descanso de los lotes y el pastoreo controlado mejoró la oferta de pasto y le aportó sustentabilidad al sistema.
De acuerdo con Obregón, dicho manejo permitió un incremento inmediato de la carga animal en un 30%. Años después, el incremento de la producción de los pastos invernales permitió el aumento de la cantidad de vacas por hectárea en un 50/70%. “Los pastizales son tan generosos que, ante buenas prácticas de manejo, responden con mayor productividad y más calidad”, dijo Obregón.
Fuente: La Nación, suplemento Campo, 29 de septiembre.
Comments are closed.