Es evidente que la fertilidad se ha ido reduciendo en los rebaños lecheros en los últimos años, especialmente en aquellos hatos, en los cuales los animales no llegan a equilibrar sus necesidades energéticas. Por ejemplo, hoy los intervalos parto primera ovulación y parto concepción son mayores en vacas de alta producción.
Estos resultados reproductivos, con empeoramiento de los índices más utilizados para medir la eficiencia reproductiva, es achacado por la mayoría de los autores, al aumento considerable que han experimentado las producciones en las vacas lecheras.
Existe poca duda que la nutrición ha sido un factor importante en la consecución de las altas producciones que se obtienen hoy día. Esto se ha visto facilitado por cambios importantes en el manejo de la alimentación; el uso de raciones completas proporcionadas a libre disposición, el uso y perfeccionamiento de los silos de maíz, de alfalfa y de hierba, sin desdeñar la mejora en los conocimientos de los nutricionistas.
Por lo tanto podríamos decir que la nutrición de la vaca lechera es mucho mejor hoy que hace 20 años, pero la eficiencia para convertir la energía disponible en leche sigue siendo la misma.(Agnewetall.,1998).
El factor nutricional que más influye en los resultados reproductivos en las vacas lecheras es el balance energético. Una vaca al inicio de la lactación no es capaz de ingerir la energía suficiente para la leche que produce, por lo tanto se encontrará bajo los efectos de un balance energético negativo y tendrá que movilizar sus reservas para producir leche.
El mayor beneficio que obtiene el ganadero de sus vacas es la leche! Las vacas sólo producen leche si quedan gestantes y llegan a parir, pero para que esto sea rentable, además deben de hacerlo dentro de unos plazos considerados como normales.
Normalmente la producción de leche va disminuyendo según nos alejamos del parto. Si la vaca tarda en quedarse preñada, irán aumentando los días en leche y la producción será cada vez menor.
El ganadero tiene tres alternativas con las vacas que han tardado en concebir; secarlas y enviarlas con las vacas secas o seguir – las ordeñando aunque produzcan poca leche. La otra alter nativa sería enviarlas al matadero. Ninguna de las tres alternativas es buena y la rentabilidad será en ambos casos inferior que si la vacas hubieran quedado gestantes en su momento.
En todos los hatos lecheros los programas reproductivos están destinados a reducir los días en leche, sin aumentar los días que tienen que estar las vacas secas. Estos programas deben de estar encaminados a reducir el número de sacrificios por causas reproductivas, reducir costes por tratamientos de infertilidad y a aumentar el potencial genético de la ganadería.
Para mejorar nuestros resultados reproductivos en las granjas lo primero que tenemos que tener es una herramienta que nos permita evaluar en cada momento dónde nos encontramos. Los veterinarios encargados de la reproducción utilizamos índices biológicos de fácil determinación que nos permiten evaluar de forma rápida la buena o mala marcha de la reproducción.
Días desde el parto a la concepción (días abiertos), porcentaje de gestación a la primera inseminación o en total del hato, porcentaje de celos detectados, porcentaje de algunas enfermedad es que influyen de manera directa sobre la reproducción y porcentaje de abortos son los más utilizados.
De todos el más importante y considerado como mejor indicador reproductivo son los días abiertos. Aunque se considera que un intervalo entre partos de 12 meses es el óptimo para obtener la mayor producción lechera y número de terneros, esto no se consigue en las ganaderías, a no ser que se sacrifiquen bastantes vacas por causas reproductivas.
En las granjas actuales estamos por debajo de lo que se considera como óptimo en reproducción.
La media de días abiertos suele ser de 120-140 (intervalo entre partos de 400-420), el porcentaje de concepción a la primera inseminación es de un 35%-40%, cuando debería de ser de un 50-60%.
La esencia de la reproducción moderna se basa en la obtención de datos, que una vez analizados nos permiten conocer los problemas antes y dar soluciones más racionales.
Además del papel de evaluación de la buena o mala marcha de la ganadería, el veterinario debe de realizar visitas reproductivas en las cuales se investiga el estado genital de los animales, se diagnostican gestaciones, irregularidades en los ciclos, anestro, detección de celos, sincronización de celos y ovulaciones, etc.
No debemos olvidar el papel importante a llevar a cabo con investigaciones de laboratorio para el diagnóstico de infertilidad infecciosa, abortos y cualquier área que se considere oportuna.
El veterinario además debe de involucrarse en enseñar a los ganaderos prácticas tan importantes como la detección de celos, manejo del semen y del tanque, inseminación artificial, métodos de sincronización de celos y ovulación, etc. Los índices más utilizados para evaluar la reproducción son los siguientes:
1. Intervalo parto-concepción. (días) . . . . . 85-115.
2. Intervalo entre partos. (días) . . . . . . . . . . 365-395.
3. Media parto 1ª I.A.(días) . . . . . . . . . . . . . 60-70.
4. Preñez al primer servicio.( % ) . . . . . . . . 50-60.
5. Preñez en todos los servicios( %) . . . . . . 45-55.
6. Servicios concepción . . . . . . . . . . . . . . . . 1.7-2.2
7. Edad al primer parto (meses) . . . . . . . . . 23-25.
8. Reposición por reproducción(% anual) . <8.
9. Media de lactaciones . . . . . . . . . . . . . . . . >3.
10. Abortos ( %) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . <5.
11. Vacas en celo antes 60 dpp.( %) . . . . . . . >80.
12. Media de días en leche . . . . . . . . . . . . . . . 155-175.
13. Animales > 150 DEL no preñados (%) . <10.
Seguidamente pasaremos a comentar los índices que consideramos más importantes y cuya evaluación nos da una mejor idea de cual es la situación.
Intervalo Parto-Concepción (Días abiertos)
Es considerado el índice más importante. Sabiendo los días abiertos sabemos el intervalo entre partos y los días en leche. En teoría la rentabilidad mayor se obtiene con un intervalo entre partos de 12 meses, pero se consigue en la practica en muy pocas ganaderías y durante intervalos de tiempo cortos.
Para lograr un intervalo entre partos de 12 meses (85 días abiertos), debemos tener en la ganadería un periodo de espera voluntario de sólo 45 días, debemos tener un 70% de detección de celos, y un 60% de gestación a la primera inseminación.
Cualquier veterinario que se dedique a la reproducción sabe que esto hoy es prácticamente imposible sobre todo si trabajamos con animales de alta producción. Al intervalo entre partos puede definírsele como el valor medio del intervalo transcurrido entre dos partos consecutivos.
Nos da una idea de la fertilidad global del rebaño, pero cuando existen problemas no nos aporta ningún dato sobre su causa. La principal desventaja es que se trata de una medida retrospectiva, que puede alcanzar niveles óptimos en rebaños donde se sacrifican muchos animales por causas reproductivas.
Hoy se aconseja utilizar el índice de partos previsto, al tratarse de una medida más real y actual.
Se calcula estimando para cada animal la fecha del parto siguiente sumando 280 días desde la inseminación en la que quedó gestante la vaca. La desventaja sería que no siempre los animales mantienen la gestación y llegan a parir.
Es razonable en las ganaderías actuales intentar intervalos entre partos de 12-13 meses (85-115 días abiertos).
Media parto primera I.A.
Existe un periodo de espera llamado voluntario para volver a inseminar a las vacas después del parto. En la mayoría de las ganaderías no se insemina a las vacas hasta los 45-50 días de paridas. Esta política varía dependiendo del número de partos del animal, condición corporal, producción, enfermedad, etc.
Este parámetro es un indicador de la recuperación de la actividad ovárica cíclica después del parto, permitiendo diagnosticar el anestro post parto y los fallos de detección de celos. No se justifica en rebaños lecheros alargar el periodo de espera voluntario mas allá de los 60 días post parto.
Uno de los factores que más influye en la consecución de buenos resultados reproductivos es la detección de celos. La manera de saber si estamos haciendo las cosas bien es cuantificar los resultados.
Detección de celos. Intensidad
¿Cómo medir la intensidad en la detección de celos?
Es posible tener una aparente buena detección de celos y unos resultados reproductivos malos.
Estudios realizados sobre todo en ganaderías grandes concluyen que entre un 5-30 % de vacas se las insemina sin estar en celo.
Aún con metodologías de detección de celos modernas como la utilización de podómetros, determinaciones de progesterona etc., solamente se detectan el 50 % de los celos.
Presionar a los empleados para conseguir detectar el 70% de los mismos puede ser contraproducente. Se anotan demasiadas vacas en celo sin estarlo.
Intervalo parto-1ª I.A.
Refleja de manera indirecta la intensidad en la detección de celos. En ganaderías con una buena detección de celos, si el periodo de espera voluntario es de 50 días, la media de días a la primera inseminación debe de estar dentro de los 20-28 días siguientes al de espera voluntario.
Porcentaje de vacas preñadas en los controles reproductivos
Es un reflejo indirecto de la intensidad en la detección de celos. Las vacas que en los controles reproductivos vienen para diagnosticarse de gestación y están vacías, no han sido vistas en celo por lo menos una vez y en ocasiones dos.
En ganaderías con un 50% de detección de celos, un 50 % de preñez, con visitas reproductivas cada 15 días y en las cuales se diagnostica gestación a partir de los 35 días, no deben de aparecer más de un 20 % de vacas vacías en los controles reproductivos. Si esto ocurriera la intensidad en la detección de celos no sería buena.
Detección de celos. Certeza
Prueba de progesterona
Si tenemos dudas sobre la certeza en detección de celos, debemos recolectar leche al momento de inseminar las vacas y congelarla. Cuando tengamos un número significativo de muestras las enviamos al laboratorio para determinar los niveles de progesterona. Aunque niveles bajos de progesterona no garantizan que las vacas estuvieran en celo, niveles altos indican que no lo estaban.
Intervalos Interestro
Si existe certeza en la detección de celos, los intervalos interestro deben de ser de 18-24 días, o de 36-48, si no se ha detectado un celo. Si esto no es así quiere decir que alguno de los celos fue anotado de manera incorrecta. Altas producciones, mala nutrición, muerte embrionaria etc., pueden falsear los intervalos interestro.
La preñez
Conseguir que las vacas se queden preñadas es el objetivo principal del veterinario dedicado a la reproducción. Como todos sabemos es fundamental que se consiga además dentro en unos plazos determinados para extraer de la vaca la máxima rentabilidad.
¿Cómo se mide la eficiencia en la concepción?
Servicios concepción en animales gestantes
Este índice se define como el número medio de inseminaciones que necesita un colectivo de animales para quedar gestantes. Nos indica una medida de eficiencia cuando se inseminan vacas fértiles. Nos da una idea de la calidad de semen, técnica del inseminador, momento de la inseminación, y certeza en la detección de celos.
Puede verse influido por mala nutrición, infertilidad infecciosa o stress por calor. Los servicios concepción en vacas gestantes deben de ser de 1.7-2.2 de media. Hoy no conseguimos bajar de 2.5 servicios por vaca gestante.
Servicios concepción en todos los animales inseminados
Se incluyen aquí a todos los animales inseminados en la granja, independientemente de si quedaron gestantes o no. Da una mejor idea de la reproducción en el hato. Si los servicios concepción en el rebaño son mucho más elevados que los servicios concepción en vacas gestantes, quiere decir que tenemos un buen número de vacas repetidoras en el hato.
Porcentaje de preñez a la primera inseminación
Es un índice importante porque refleja el resultado de la primera inseminación de un colectivo supuestamente fértil. Nos proporciona una información similar a los servicios concepción en vacas gestantes.
Resulta útil para conocer la fertilidad de los toros utilizados, las condiciones de manejo del semen y como se realiza la propia técnica de inseminación, dado que no está influido por la existencia de animales subfértiles a los que es necesario aplicar un gran número de inseminaciones.
Este índice se calcula después de realizar el diagnóstico de gestación. Debe diferenciarse de las tasas de no retorno, cuyos valores son superiores. Hace unos pocos años se consideraba normal obtener un 50- 60% de vacas preñadas a la primera inseminación.
Según han ido mejorando las ganaderías en producción hemos ido empeorando hasta el punto que hoy se considera normal porcentajes del 35-40%.
Abortos
Los abortos en las ganaderías de leche pueden ser un problema importante. De nada sirve dejar a las vacas gestantes si luego no llegan a parir. Debe intentar distinguirse entre pérdida embrionaria, aborto temprano, aborto a media gestación, y aborto tardío porque las causas suelen ser distintas y nos ayudaría en el diagnóstico.
Se considera que el porcentaje de abortos debe de ser inferior a un 5%.
Sacrificios por reproducción
Las razones para las sacrificios pueden ser arbitrarias e inducir a error! Las vacas que no quedan gestantes, las vacas que abortan y no es rentable mantener deben considerarse sacrificios por reproducción. ¡Todas aquellas vacas que tardaron en quedar gestan tes y por razones económicas se las elimina, deben considerarse sacrificios por reproducción! No más de un 10 % de las vacas deben ser sacrificadas por causas reproductivas.
Enfermedades
Las grandes áreas de influencia sobre la reproducción serían la alimentación con un 55%, el manejo con un 30% y los problemas sanitarios con un 15%. Es muy importante que el período de transición de la vaca seca a la vaca en lactación se haga de forma correcta.
Conseguir un parto sin problemas, un puerperio sin incidencias, una rápida involución uterina y una pronta vuelta a la ciclicidad son requisitos importantes para obtener buenos resultados en reproducción.
Hay una serie de enfermedades que nos van a dificultar alcanzar nuestros objetivos en reproducción. Es interesante cuantificarlas para darnos cuenta si estamos dentro de la normalidad o no.
Es preocupante que la reproducción en vacas de alta producción ha ido empeorando
paulatinamente a lo largo de los últimos años. La mayoría de los autores consideran que la alimentación y sobre todo la incapacidad de conseguir que las vacas equilibren sus necesidades energéticas al inicio de la lactación, serían los responsables del problema pero no los únicos. Los programas de mejora genética empiezan ahora a preocuparse de mejorar la fertilidad y no sólo de ocuparse exclusivamente de producción y tipo en las vacas lecheras.
Es importante disponer de datos para poder cuantificar y determinar en cualquier momento donde nos encontramos en reproducción. Si disponemos de datos podremos saber cual o cuales son nuestros problemas, podremos cuantificarlos y sobre todo dar soluciones más racionales a los mismos.
Alfonso Monge
Asociados Veterinarios, S.L.
Frisona Española Nº 141
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